Gobernar la fragmentación: el Congreso en 2016
Por Nicolás Cherny, Director del Programa Instituciones Políticas de CIPPEC.
Si Mauricio Macri no es el presidente más minoritario de la historia de la democracia argentina, le pega en el palo. Los diputados de Cambiemos ocupan poco más de un tercio de las bancas, en el Senado son 15 sobre 72, y gobiernan apenas 4 de 24 provincias. El PJ está dividido en Diputados, pero tiene un amplio dominio de la cámara alta y ejerce la mayoría de las gobernaciones.
¿Puede un presidente gobernar en minoría y con semejante dispersión del poder institucional? Depende de varios factores. Si mantiene una popularidad alta, puede limitar conductas oportunistas de opositores. Muchos de los votantes de Sergio Massa aprobaron la gestión Macri en 2016 y por tanto indujeron a su líder a una mayor cooperación legislativa con el gobierno. La ausencia de elecciones en 2016 facilitó la colaboración con el Ejecutivo de algunos legisladores de la oposición. Además, la división del FPV en Diputados volvió a los legisladores más propensos a apoyar la agenda legislativa del gobierno.
El Congreso, que en los últimos años había perdido centralidad, se convirtió en 2016 en un espacio plural de negociación. El Ejecutivo prefirió juntar distintos votos opositores para cada ley en lugar de armar una coalición legislativa amplia y estable. Esto hizo que cada acuerdo fuera más trabajoso y más frágil y explica la baja proporción de proyectos del Ejecutivo que fueron aprobados en ambas cámaras (43%).
La ausencia de competencia electoral, la alta popularidad de Macri y la división de la oposición facilitó la cooperación en leyes clave para la gestión económica: el acuerdo con los holdouts, el blanqueo y el presupuesto 2017. Pero a medida que se acercan las elecciones de 2017 se refuerza la motivación para distinguirse del gobierno. Si colaborar con el ejecutivo es electoralmente costoso para la oposición, el riesgo de rechazo aumenta. Ello explica el protagonismo del massismo (y los legisladores sindicales que integran el bloque) en la reforma del Impuesto a las Ganancias y el rechazo a la reforma política en el Senado.