Santa Fe: entre el desafío de renovar, potenciar o no perder bancas
El próximo 22 de octubre la provincia de Santa Fe repetirá el particular escenario de elecciones simultáneas donde convivirán, en una misma jornada electoral, el sistema nacional de boleta partidaria para la elección de diputados nacionales y el sistema provincial de boleta única por categoría para la definición de cargos locales, entre ellos 12 intendencias y la renovación de todos los concejos municipales y comunales.
Lo que será diferente es la oferta electoral. Por efecto reductor de las PASO, el número de boletas en el cuarto oscuro mutará de 57 a sólo 10, mientras que las opciones electorales en la boleta única se reducirán, en distritos como Rosario, de 43 listas a sólo 8 que lograron superar el umbral del 1,5%. No es casual que los sobrevivientes a nivel nacional sean los mismos que en el plano local: la contienda electoral se nacionalizó. Incluso los candidatos a concejales se sirven de la antinomia kirchnerismo-macrismo, ya sea para defender alguno de estos modelos o para presentarse como alternativas de gobierno en vistas a los comicios 2019.
En Santa Fe la competencia es real. Si bien las PASO pronosticaron el reparto de bancas en los distintos niveles –fundamentalmente entre el Frente Justicialista, Cambiemos y un extrañamente relegado Frente Progresista Cívico y Social-, no necesariamente se reproducirán los mismos guarismos en las Elecciones Generales. En primer lugar, porque muchas listas que recibieron votos en las primarias ya no son opción y esos avales se realinearán. En segundo lugar, porque se prevé una mayor afluencia de votantes y menos votos anulados. En tercer lugar, porque los distintos candidatos han desplegado nuevas y fortalecidas estrategias en estos últimos meses de campaña que, probablemente, tendrán impacto sobre el electorado más volátil.
Entre estos dispositivos vale destacar la realización de distintos debates públicos, televisados en simultáneo por los principales canales de aire de la provincia o a través de Internet, que posibilitaron un mayor conocimiento de quienes encabezan las distintas listas: Agustín Rossi por el Frente Justicialista, Albord Cantard por Cambiemos, Luis Contigiani por el FPCyS, Jorge Boasso -quien apoya al gobierno nacional pero fue impedido de competir en la interna de Cambiemos- por Unite por la Libertad y la Dignidad, y Diego Giuliano representando al massismo y disputando el voto peronista no kirchnerista, mucho del cual en las PASO fue a la lista de la Jueza Rodenas, quien competía en internas con Rossi y hoy lo secunda. Completan la nómina Amalia Granata (Partido Popular), Caren Tepp (Ciudad Futura), Carlos Del Frade (Frente Social y Popular), Octavio Crivaro (Frente de Izquierda) y Walter Ghione (Espacio Grande).
Estas listas se disputarán 9 bancas: 5 pertenecen actualmente a Cambiemos: las de Luciano Laspina y Gisela Scaglia, que buscan renovar, la de Ricardo Spinozzi (los 3 del PRO) y las de Mario Barletta (UCR) y Ana Copes (PDP) quienes ingresaron por el Frente Progresista, hoy debiitado, precisamente, por el realineamiento de gran parte del radicalismo santafesino con el oficialismo nacional. Esta ruptura aparece liderada por José Corral, Intendente de la ciudad capital y Presidente de la UCR, quien constituye una pieza clave para Cambiemos en vistas a la batalla por la gobernación en 2019. (Recordemos que en Santa Fe no hay reelección ni balotaje y que ya las elecciones de 2015 revelaron una notable paridad entre las 3 principales fuerzas que disputaban la Casa Gris).
Son entonces 2 -de las originarias 4- las bancas que el FPCyS pone en juego y que debe hacer gran esfuerzo por conservar: las de Hermes Binner y Alicia Ciciliani. Atendiendo al resultado de las PASO, el propio Gobernador Lifschitz se ha puesto la campaña al hombro, defendiendo y proponiendo un modelo de desarrollo y de “0%” corrupción como ícono de la gestión socialista. Los 2 escaños restantes corresponden al Justicialismo, fuerza que aspira no solo a potenciar su representación en el Congreso sino también a volver a constituirse como opción de gobierno provincial. Sin duda los resultados de esta elección servirán a todos de termómetro para medir distancias hacia el próximo objetivo.
En el marco de esta contienda, la agenda electoral se ha concentrado en la profundización del reclamo de la provincia a la nación por una millonaria deuda de coparticipación, y en el debate en torno a ejes como la inseguridad, el narcotráfico, las reformas laboral y previsional, y el necesario desarrollo de obras de infraestructura.
Por María Lourdes Lodi, Coordinadora del Observatorio Político Electoral y Directora del Dpto de Análisis Político. Facultad de Ciencia Política y RRII – UNR. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.