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18.02.2019

Facundo Cruz

La Pampa: resultado previsible con una sorpresa

Ayer largó la batalla electoral 2019. La sede fue la provincia de La Pampa, con la celebración de las internas abiertas, obligatorias y simultáneas (IAOS). No todos los partidos políticos y coaliciones participaron de la elección: solo tuvieron que hacerlo aquellos que no acordaron candidaturas de unidad. De modo que los pampeanos solo se encontraron con algunas listas de algunos actores.

¿Quiénes? Los que marcan el ritmo de la política provincial: Cambiemos La Pampa y el Frente Justicialista Pampeano (FreJuPa). Mientras que los primeros se concentraron en la disputa por la gobernación entre Daniel Kronebeger (UCR) y Javier Mac Allister (PRO), los segundos estuvieron animados en la interna de intendente de Santa Rosa (capital).

Empiezo por lo previsible. El enfrentamiento entre los socios de Cambiemos fue una disputa entre militantes de a pie e independientes tentados. La estructura radical, bien extendida en el territorio provincial, pudo aportar un resultado cómodo para Kroneberger, quién ganó con el 65% (18.832 votos), frente al 35% de Mac Allister (9.858). El 70% de los votos para el radical fueron de afiliados partidarios. Estructura mata timbreo en provincias chicas.

El resultado es más llamativo si se observa el nivel local en detalle. De los 84 municipios y comisiones de fomento que integran La Pampa, el candidato de la UCR venció en 61, mientras que el dirigente del PRO lo hizo en 23. En Santa Rosa y General Pico, las dos ciudades principales, Kroneberger ganó cómodo: 70% a 30% en la primera, 55% a 45% en la segunda. Con ambos perdidos, menos chances aún. De hecho, en los pocos municipios que ganó Mac Allister, en ninguno de ellos votaron más de 600 electores.

El dato de color estuvo dado por el voto en blanco. Aunque los ansiosos análisis tuiteros resaltaron con tintes bucólicos la primacía del blanco por sobre la candidatura PRO, el efecto fue producto directo del propio sistema. Cabe recordar que las urnas estuvieron divididas entre afiliados a partidos (16% del padrón) e independientes (84%). Los primeros solo encontraron las boletas de sus partidos en el cuarto oscuro. Los segundos, de todos los que compitieron, con una sola urna y un solo sobre para todos los cargos. De modo que, quienes privilegiaron votar en la interna de una coalición y no en la otra, su voto se contó como blanco para esta categoría. Es un efecto no deseado del sistema, y no resulta conveniente interpretar que quien quiso participar solo de una interna era consciente de que estaba votando en blanco en la otra. Esto tuvo su impacto en Santa Rosa, por ejemplo: la interna del FreJuPa tuvo 3.311 blancos, mientras que la de Cambiemos 8.945. Uno puede pensar que la interna peronista local estuvo más disputada y más movilizada. De hecho, concurrieron más votantes. Ese sí es un dato.

Lo que nos lleva a concentrarnos en la sorpresa: la interna a intendente del Peronismo en la capital pampeana. Las 6 listas que se presentaron se redujeron mediáticamente a las 2 más relevantes. De un lado, Jorge Lezcano, dirigente de UPNC, Diputado Provincial y candidato con apoyo del gobierno provincial. Del otro lado, Luciano Di Napoli, ex Diputado Provincial y referente del Kirchnerismo en el distrito. En un final para el infarto de fiscales ganó el desafiante Di Napoli por 194 votos (7.611 a 7.417). Batacazo, dicen los peronistas pampeanos. Lejos quedó el tercero, Darío Hernández, referente del Frente Renovador local.

Por último, dos conclusiones tentativas a modo de cierre. Primero: la participación electoral rondó el 20% del padrón electoral. Este valor resulta esperable dado el criterio optativo de la elección para los ciudadanos. Sin embargo, en ambas internas destacadas en este informe concurrieron más independientes que afiliados partidarios.

Esto plantea un interrogante: si las estructuras partidarias no se nutren hoy en día de militantes, adherentes y simpatizantes que no necesariamente llenan una ficha partidaria.

Segundo: el resultado es estrictamente provincial. Sería erróneo asignar lecturas nacionales a un proceso electoral que tiene un sistema particular distinto a las PASO, con actores políticos que impulsaron estrategias electorales locales y que recién tendrá su batalla relevante en mayo. Ahí estarán todos en el cuarto oscuro. Y todos tendrán que ir a votar.

*Por Facundo Cruz, investigador del OEAR. Profesor e investigador (UADE/UBA).

La opinión del autor no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.
Leé el informe pre IAOS acá.