Los caballeros de la mesa chica. La lógica de designación de los gabinetes desde 1983
Los gabinetes son un espacio de división de trabajo y reparto de poder. La Constitución argentina otorga a los titulares de los Ejecutivos amplias facultades para designar y reemplazar a los ministros, secretarios y subsecretarios. El modo en que se ejerzan estas facultades es indicador de las intenciones estratégicas de los presidentes y da lugar a distintas distribuciones del poder político. Estas distribuciones dependen de cómo se resuelva el dilema que enfrentan todos los presidentes entre sumar apoyos y mantener el control.
Los presidentes que optan por privilegiar el control designan como ministros a colaboradores cercanos que gozan de su confianza personal. Las personas cuya autoridad depende fundamentalmente de la confianza personal agregan poco al poder con el que ya cuentan los presidentes. Pero otra forma de resolver el dilema es privilegiar la apertura: extender la base de sustento político de los gobiernos. Los presidentes que optan por este camino utilizan las designaciones ministeriales como recompensa para sus socios electorales, como mecanismo para comprometer con el gobierno a los líderes partidarios que los ayudan a reunir mayorías en el Congreso o como instrumento para promover la colaboración de organizaciones sectoriales y movimientos sociales.
¿Qué estrategias de gobierno eligieron los presidentes en la Argentina? Para responder a esta pregunta, este estudio analiza las más de 200 designaciones ministeriales que se realizaron desde 1983 a la fecha.
desde 1983 a la fecha.