Alta competitividad en las PASO fueguinas
Las PASO de Tierra del Fuego dejan un escenario para el infarto de cara a octubre, por lo apretado de los resultados entre las cuatro primeras listas.
Este año tiene a cuatro listas en competencia, como resultado de la división del macrismo y el peronismo. Lo que fue en 2015 el Frente para la Victoria se rompió en el Frente Cívico y Social, (encabezado por Martín Pérez, de La Cámpora) y en el Frente Tierra de Unión (armado por la gobernadora Rosana Bertone, lleva como candidata a Laura Colazo). Por su parte, si bien el domingo se presentó la lista Cambiemos Tierra del Fuego como única opción oficial del macrismo (su candidato es Héctor ‘Tito’ Stefani), el ex candidato a gobernador cambiemista y presidente de la UCR provincial, Federico Sciurano armó una lista aparte en alianza con el massismo llamada Unir Tierra del Fuego.
El kirchnerismo ganó la elección con el 21%, contra 19% de Cambiemos Tierra del Fuego. El Frente Tierra de Unión quedó tercero con casi el 18%. Finalmente, la alianza Unir TDF quedó en cuarto lugar con un 14%. Este fue una elección de alta competitividad ya que las cuatro primeras listas quedaron separadas por menos de 7000 votos.
Al contrario de lo que marcaban las encuestas previas, el voto en blanco no fue preponderante (sólo fue de un poco más del 1%).[1]
Estas PASO entregan dos datos principales. El primero es que en Tierra del Fuego se nacionalizó la elección y la posibilidad de una “vía del medio provincialista” exitosa se desdibujó, como pasó en Neuquén y Río Negro. Tal como sucedió en varias provincias (las mencionadas Río Negro y Neuquén, más Córdoba), en Tierra del Fuego quedó a la vista que Cambiemos no piensa dejar de disputarle el poder territorial, no sólo con los gobernadores que ve como adversarios, sino también a quienes son sus aliados, si ellos no son de Cambiemos. Fue finalmente mejor estrategia electoral la del peronismo francamente opositor, que quedó en posición de disputar la punta en octubre. Rosana Bertone puede haber pagado un costo por su alineamiento nacional con el macrismo y la decisión de romper con el kirchnerismo.
El resultado en octubre se dirimirá por la capacidad que tengan los más votados de retener su voto y propiciar el deslizamiento del voto de los rivales, visto y considerando que hay cuatro listas en disputa y sólo se renuevan dos bancas. Por el lado del peronismo, la gobernadora debería poder aumentar sus votos, ya que cuenta con los recursos de ser oficialismo. Martín Pérez, por su parte, debería tratar de llegar a algún tipo de acuerdo con el sindicalista de la UOM Eduardo Martínez, que es aliado del kirchnerismo y cuya lista obtuvo un 6% de los votos que puede ser clave en octubre. Por otro lado, habrá que ver si Cambiemos puede atraer a los votantes de Federico Sciurano, que logró llevarse un muy respetable 14% del electorado.
Finalmente, cabe señalar los patrones geográficos del voto. El kirchnerismo se hizo fuerte en la ciudad fabril de Río Grande, en donde Cambiemos quedó cuarto. Esta zona fue fuertemente impactada por la destrucción de empleo asociada a la crisis de las ensambladoras fabriles, hay que recordar que Tierra del Fuego fue la provincia en donde se perdió más empleo en 2016. Las declaraciones de Elisa Carrió contra el reparto de fondos coparticipables a Tierra del Fuego fueron también aprovechadas por la oposición. Por su parte, Cambiemos ganó en Ushuaia, una economía mucho más ligada a la provisión de servicios, al turismo y a la burocracia estatal. (Tito Stefani, el candidato de Cambiemos, es el gerente de la ANSES en Tierra del Fuego, un cargo que asegura visibilidad al ser la ‘ventanilla’ del estado nacional.) Mientras tanto, Rosana Bertone no pudo apropiarse con claridad de ninguna de las dos ciudades.
*Por María Esperanza Casullo, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.