Por Germán Lodola
CABA: una elección definida
Este domingo los porteños elegirán 13 Diputados Nacionales y 30 Legisladores de la Ciudad. Se espera un leve aumento en el nivel de participación electoral respecto al observado en las PASO (74,8%), tal como viene sucediendo desde la implementación de esta regla en 2011. También se espera que el desempeño electoral de los espacios políticos que compiten en la elección sea similar al logrado en las pasadas elecciones primarias obligatorias. Así las cosas, la contienda presenta cinco rasgos salientes: un amplio dominio electoral del oficialismo, la posibilidad concreta de consolidación del peronismo local como principal fuerza opositora, cierto estancamiento electoral del radicalismo, la imposibilidad de despegue del massismo, y los intentos fragmentados de las fuerzas de izquierda por obtener un escaño. A continuación se analiza cada uno de estos aspectos con más detalle.
De acuerdo con la mayoría de los sondeos de opinión pública, el frente electoral Vamos Juntos, versión capitalina de Cambiemos, superará el 50% de los votos positivos (recuérdese que los porcentajes en las elecciones generales se calculan sobre los votos positivos, mientras que en las PASO sobre los votos válidos). De concretarse esta predicción, impulsada fuertemente por la centralidad que ganó Elisa Carrió dentro y fuera del espacio político, la elección representará el mejor desempeño de una lista de candidatos apoyada por PRO. También constituirá una de las mejores performances del oficialismo en el distrito, récord encabezado por la Alianza que obtuvo 56,8 por ciento y 52,4 por ciento de los votos en 1997 y 1999 respectivamente. Es posible anticipar, entonces, que el oficialismo está en condiciones de retener las 8 bancas de Diputados Nacionales que pone en juego e incluso puede llegar a incorporar un escaño adicional a los 15 que pone en disputa en la Legislatura de la Ciudad. De manera que el interbloque que actualmente apoya al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, compuesto por PRO, la Coalición Cívica-ARI y Confianza Pública (la fuerza de Graciela Ocaña), puede expandirse hasta conformar una mayoría del 55 por ciento de las bancas. Esta situación habilitaría la posibilidad de que el oficialismo sancione con votos propios proyectos sensibles para los porteños como modificaciones en la legislación tributaria y en el Código de Planeamiento Urbano que regula el desarrollo de proyectos inmobiliarios en la Ciudad.
Por el lado de la oposición, la alianza Unidad Porteña, conformada por el PJ capitalino bajo la conducción del sindicalista Víctor Santa María y el kirchnerismo encabezado por La Cámpora, Nuevo Encuentro, Partido Solidario (del actual Diputado Carlos Heller) y varias agrupaciones progresistas de menor relieve, seguramente logre consolidarse como la principal fuerza opositora al gobierno. Pero este espacio también aspira a mejorar el desempeño alcanzado en las PASO, que de repetirse el próximo domingo constituirá la peor elección del PJ-FPV en el distrito desde 2009 cuando apenas obtuvo 11,6 por ciento de los sufragios. Los votos disponibles para aumentar el caudal electoral del peronismo, sin embargo, son escasos y provienen mayormente de fuerzas populares que no lograron sortear la barrera impuesta por las PASO (por ejemplo, el partido de Claudio Lozano) antes que de nuevos votantes o indecisos. Aun creciendo marginalmente, es difícil que el peronismo pueda ganar algún Diputado Nacional. Antes bien, todo indica que preservará los 3 escaños que arriesga. En la Legislatura la situación es similar, aunque allí el peronismo batalla por obtener un séptimo legislador a los 6 que pone en juego.
Otros que batallan por mejorar su pobre performance en las PASO son los radicales que impulsan la candidatura de Martín Losteau al Congreso. El radicalismo optó por romper la alianza con Cambiemos en la Ciudad bajo el supuesto de que una buena elección general le permitiría disputar la Jefatura de Gobierno en 2019. Pero con apenas el 13 por ciento de los votos válidos en las primarias obligatorias y escasas perspectivas de mejora electoral el domingo, pareciera que esa posibilidad se ha esfumado. Respecto de la traducción de votos en bancas, Evolución espera obtener 2 Diputados Nacionales (Losteau y la radical Carla Carrizo) y en el mejor de los casos 5 legisladores de la Ciudad (renueva 4). Esta última cifra, sin embargo, puede ser menor si la candidata del FIT, Myriam Bregman, o de Autodeterminación y Libertad, Marta Martínez, logran quedarse con una banca. Por último, la floja elección del massismo apenas le permitirá sostener el escaño que actualmente ostenta en la Legislatura, pero éste iría a manos de Sergio Abrevaya (GEN).
*Por Germán Lodola, UTDT-CONICET. Investigador de Cuadernos Electorales de CIPPEC.