Primarias en Neuquén: Más que ganar, la meta es no perder
Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de la provincia de Neuquén encuentran a los principales actores políticos jugando a un juego dominado por una meta: más que ganar, se busca no perder y cuidar los espacios de cara a la elección provincial del 2019.
Estas elecciones carecen del dramatismo que tuvieron las del 2015, en las cuales se ponía en juego el ejecutivo, o las del 2013, cuando el MPN vivió la interna para el Senado entre la entonces vicegobernadora Ana Pechen y el dirigente sindical petrolero Guillermo Pereyra. Este año se ponen en juego tres bancas a diputados que, aunque son un objetivo apetecible, no tienen tanto magnetismo.
Las PASO son medianamente competitivas, ya que dos de las principales fuerzas tendrán más de una lista. Sin embargo, sólo una tiene un grado de competencia real: la de Cambiemos.
El Movimiento Popular Neuquino tendrá (como es su costumbre) elecciones internas; sin embargo, en esta oportunidad las mismas serán testimoniales ya que se enfrenta una lista fuertemente ‘insider’ encabezada por Alma “Chani” Sapag con otra que lleva a una referente barrial poco conocida. El MPN prioriza en este elección, como en todas las nacionales, la defensa de su imagen de “partido de gobierno” y hace equilibrio entre ser aliado y diferenciarse del gobierno nacional de Mauricio Macri.
La PASO más interesante se dará al interior de Cambiemos. Este es un espacio que resiste las clasificaciones. Su referente provincial es el intendente de Neuquén Capital, Horacio “Pechi” Quiroga. Quiroga, quien ha pasado por una variedad de alianzas: aunque de extracción radical, fue el candidato a gobernador del kirchnerismo en el año 2007. Hoy, Quiroga eligió ubicar como primer candidato a diputado a un concejal relativamente desconocido pero de su total confianza, David Schlereth. Dos dirigentes históricos de la UCR neuquina, Alejandro Vidal y Beatriz Kreitman, presentaron una lista para las PASO, la cual fue impugnada por el quiroguismo, pero la justicia le permitió que compita.
Se suma a ambos el espacio articulado alrededor de la alianza entre dos liderazgos personalizados y poco partidarios: el ex intendente de Cutral Có, Ramón Rioseco, y el dirigente de Neuquén Capital Mariano Mansilla. Sumaron a Nuevo Encuentro, que abandonó el espacio peronista. El candidato a diputado será Rioseco, que fue en 2015 el candidato del kirchnerismo y mira esta elección como el preludio a la competencia por la gobernación en el 2019. Por eso, busca polarizar fuertemente con el MPN en desmedro de temas nacionales.
Finalmente, el peronismo neuquino no tendrá en esta oportunidad competencia en las PASO. La interna al interior del mismo, que parecía que iba a ser despiadada luego de la crisis causada por la derrota del 2015, se procesó sin embargo de tal manera que se logró una unidad entre todos los sectores y agrupaciones (salvo, Nuevo Encuentro) detrás de la candidatura del diputado Darío Martínez. Su eje de campaña hasta ahora es la oposición al macrismo nacional.
El massismo tiene, hasta ahora, una campaña con muy poco volumen, y lleva a Carlos Sánchez de candidato.
Distinta es la situación del Frente de Izquierda. Dado el protagonismo que tiene su diputado provincial Raúl Godoy en los conflictos creados por el aumento de la conflictividad social en la provincia por el cierre de fábricas, es esperable que esta fuerza pase el umbral y obtenga buenos resultados. Se suma finalmente un puñado de otras opciones minoritarias.
En definitiva, las PASO neuquina continúan la dinámica de las elecciones legislativas de años anteriores: mucho menor interés por parte de la ciudadanía y de los partidos que el que se suscita en un año en que se pone en juego la gobernación, una fuerte provincialización de la campaña y los temas, y la utilización de estas elecciones como un preludio o posicionamiento de cara al 2019.
*Por María Esperanza Casullo, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.