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28.11.2019

Hanna Kenny

Democracia Paritaria: Mapa de Género en la Política Argentina 2020

En este post te contamos cómo quedan distribuidas las posiciones de poder político después del proceso electoral de 2019 en el que se implementó por primera vez la Ley de Paridad nacional y varias provincias estrenaron las propias.

Eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas es un objetivo de desarrollo sostenible. Para ello es indispensable garantizar su representación en la política. Cuando las mujeres acceden a espacios de decisión contribuyen con el avance de la agenda de género, amplían el espectro de los problemas de política a discutir, traen nuevas formas de hacer política utilizando estrategias colaborativas y sientan precedentes para mejorar la aceptación de la mujer en posiciones de liderazgo. Además, asegurar la igualdad en el acceso a los cargos públicos para todos los ciudadanos es simplemente justo.

Las políticas de género en la Argentina tienen un hito fundamental en 1991 con la sanción de la ley de cupo femenino del 30% para la asignación de cargos legislativos. Esto permitió dar un salto de un 13% a un 27% en la proporción de mujeres en la Cámara de Diputados en 1995. Esta proporción siguió en ascenso hasta llegar a un pico del 40% en 2007. No obstante, más de una década después ese porcentaje se convirtió en un techo y la participación se amesetó. Por eso, este año se estrenó la ley de paridad de género a nivel nacional, que determina que debe haber un 50% de mujeres en la conformación de listas de manera secuencial.

La desigualdad en el acceso a cargos públicos para las mujeres es aún más marcada en el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, donde no existen medidas regulatorias que obliguen a reservarles posiciones de poder. En el Poder Ejecutivo, vemos asimetrías en los tres niveles de gobierno. Lo mismo ocurre con la conformación de los gabinetes de ministros, donde la presencia femenina es muy minoritaria. En el Poder Judicial, si bien a nivel agregado la participación es alta, la proporción de mujeres decrece a medida que se asciende en la escala jerárquica. Por eso, a pesar de los avances, en Argentina la subrepresentación de las mujeres en la política todavía es un hecho sistemático y trasversal a los poderes, las provincias y los partidos políticos.
En 2019 los argentinos elegimos presidente y vicepresidente, cargos legislativos nacionales y provinciales, gobernador en 21 provincias, jefe de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires y cargos municipales en casi todos los municipios del país. El 27 de octubre se terminó de definir panorama político que primará a partir de diciembre y con ello la manera en la que se va a repartir el poder, tanto entre partidos como entre géneros.

A continuación, describimos la presencia de mujeres en cada uno de los tres poderes de gobierno, sobre la base de los resultados de las elecciones nacionales y provinciales de este año.

Poder Legislativo:

Nivel nacional. En las elecciones nacionales de 2019 se implementó por primera vez la Ley de Paridad de Género en ámbitos de Representación Política. La norma se había sancionado en 2017, después de 10 años de estancamiento de la participación legislativa en la Cámara de Diputados y en el Senado. Sin embargo, en esta primera implementación la participación de las mujeres no varió en la Cámara de Diputados y cayó tres puntos porcentuales en el Senado. En la cámara baja, 51 mujeres dejaron su banca y 55 fueron electas, el aumento fue de solo 4 bancas. En el Senado, la diferencia entre las 10 que salieron y las 8 que entraron dejó un saldo de dos mujeres menos. Una explicación posible puede ser una reducción en la cantidad de mujeres encabezando listas legislativas, un mecanismo que puede suavizar el efecto de las leyes de cupo y paridad (Schwindt‐ Bayer, 2009). Sin embargo, no encontramos en estas elecciones un patrón de encabezamiento de listas muy distinto al de otros años, por lo que aquella hipótesis no puede explicar el caso argentino. En 2015 y 2019 el porcentaje de listas encabezadas por mujeres fue del 21%. En las elecciones de medio término del año 2017 se registró un aumento del 29% que puede explicarse por el incremento en la cantidad de listas que se suele registrar en las elecciones legislativas.

Gráfico 1: Porcentaje de mujeres en la Cámara de Diputados de la Nación (1993-2019)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Gráfico 2: Porcentaje de mujeres en el Senado de la Nación (1998-2019)

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Honorable Senado de la Nación.

Por otro lado, no todo pasa por el acceso: las mujeres también permanecen segregadas al interior de las Cámaras. Solo 13 de 45 comisiones que funcionan en la Cámara Baja son presididas por mujeres. Algunas de ellas están asociadas al rol tradicional de la mujer, como la de Acción Social y Salud Pública, la de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia y la de las Personas Mayores. No obstante, también hay mujeres liderando otras áreas como Relaciones Exteriores y Culto, Defensa Nacional, Economías y Desarrollo Regional y Legislación Penal. En el Senado, las mujeres presiden 10 de las 27 comisiones unicamerales permanentes. Del mismo modo, el tipo de comisiones que lideran es variado y no responde estrictamente a roles desiguales de género.

Nivel provincial. De las 24 provincias, 14 cuentan con leyes de paridad. 8 de ellas estrenaron la paridad en estas elecciones, mientras que provincias como Santiago del Estero, Córdoba y Río Negro adoptaron reglas de paridad a principios de los años 2000.

Mapa 1: Reglas para regular el acceso de las mujeres a los cargos legislativos provinciales

Nota: A diferencia de las provincias que tienen solo cupo, aquellas que tienen cuota con mandato de posición añaden especificidades sobre el orden en el que deben aparecer los candidatos.
Rosa: Cupo del 30%
Celeste: Paridad
Verde: Cupo con mandato

 

 

 

 

Fuente: Elaboración propia en base a los Tribunales Electorales Provinciales.

De las provincias que tienen cupo del 30%, todas disponen de “cupo femenino” excepto Tierra del Fuego que dispone de “cupo para ambos géneros”. De las provincias con cupo por mandato de posición, los porcentajes del cupo varían (en Jujuy es del 33%, Tucumán y Santa Fe del 30% y Entre Ríos del 25%). Además, todas contemplan “cupo femenino” excepto Entre Ríos que dispone “cupo para ambos géneros”.

En las provincias que estrenaron este año la paridad vemos un aumento en la cantidad de bancas ocupadas por mujeres. El incremento más significativo se ve en Neuquén donde la proporción de mujeres en la legislatura aumentó 12 puntos porcentuales, alcanzando un 49% del total de bancas. En segundo lugar está Chubut con un 48% de mujeres electas, mostrando un aumento de 11 puntos porcentuales respecto la formación legislativa anterior.

Los efectos de la paridad están sujetos al diseño de los regímenes electorales de cada provincia. De acuerdo con Jones, Alles y Tchintian (2012) en sistemas con listas cerradas como el argentino, el método de distribución de escaños y la magnitud partidaria tiene implicancias sobre la probabilidad de obtener bancas. En el extremo, si las bancas se eligen por distrito uninominal (donde por definición la magnitud partidaria es igual a 1) y las mujeres no encabezan las listas, entonces la legislatura será ocupada exclusivamente por hombres. Los efectos del sistema electoral sobre el acceso a las mujeres pueden verse en Santa Cruz, donde a pesar de tener listas paritarias, solo un 12,5% de las bancas serán ocupadas por mujeres a partir del próximo mandato, menor al 20,8% actual. La provincia cuenta con un sistema mixto de distribución de bancas (10 se asignan por distrito único y 14 por municipio) y solo 2 de las 17 listas eran encabezadas por mujeres[1]. Esto también ocurría en Córdoba, si bien se fue revirtiendo con el tiempo (este año la proporción de mujeres alcanzó el 40%). También vemos que la ley muestra mejores resultados cuando se renueva la totalidad de la cámara de diputados, como en las patagónicas Chubut, Río Negro y Neuquén. En cambio, como puede verse en Misiones, Catamarca y Formosa, los efectos de la paridad merman cuando el número de bancas en juego es menor.

Gráfico 3: Porcentaje de mujeres en Cámaras de Diputados provinciales antes y después de la primera implementación de la paridad

Fuente: Elaboración propia en base a resultados electorales publicados en Tribunales Electorales provinciales  y cámaras de diputados provinciales.

Las provincias que aún mantienen el cupo muestran resultados muy dispares. 5 de las 10 provincias con cupo se encuentran por debajo del promedio de participación y se ordenan últimas en grado de participación femenina. Sin embargo, la otra mitad presenta valores relativamente altos de participación, superando por unos pocos puntos porcentuales a provincias que aplican leyes de paridad.

Gráfico 4: Porcentaje de mujeres en Cámaras de Diputados Provinciales para el período 2019-2021

En rosa las provincias con ley de cupo y en celeste las que cuentan con paridad.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de los resultados electorales de los Tribunales Electorales provinciales.

Poder Ejecutivo

Presidencia. Desde la vuelta a la democracia, tan solo 12 de los 97 candidatos a presidente fueron mujeres. La única que resultó electa fue Cristina Fernández de Kirchner, quien obtuvo el cargo durante dos mandatos consecutivos, de 2007 a 2015. Este año, la única candidata, Manuela Castañeira por el Movimiento al Socialismo, no superó el umbral de 1, 5% en las primarias, por lo que tuvimos una contienda por el principal cargo solo entre hombres. Sin embargo, sí hubo presencia femenina en la vicepresidencia con la elección de Cristina Fernández por el Frente de Todos.

Gobernaciones. Desde 1983, de 233 elecciones a gobernador, solo 10 fueron ganadas por mujeres. La primera mujer electa desde la vuelta a la democracia fue Fabiana Ríos en Tierra del Fuego en el año 2007, quien tuvo dos mandatos consecutivos y fue sucedida luego por otra gobernadora mujer, Rosana Bertone. Anteriormente, María Alicia Lemme había ocupado este cargo en la provincia de San Luis entre 2001 y 2003, luego de que el entonces gobernador Adolfo Rodríguez Sáa asumiera el cargo de presidente de la nación.

Hasta el 10 de diciembre de 2019 hay cuatro gobernadoras en su cargo: Lucía Corpacci, Alicia Kirchner, Rosana Bertone y María Eugenia Vidal. Las últimas 3 se presentaron a la reelección, pero tan solo Alicia Kirchner fue reelecta.

Este año, si bien hubo candidatas para esta categoría en otras 13 provincias solo en 6 las mujeres lideraron alguna de las principales fuerzas competidoras: Río Negro (Juntos Somos Río Negro), Tucumán (Vamos Tucumán), Mendoza (Frente Elegí), Tierra del Fuego (Frente de Todos), Buenos Aires (Juntos por el Cambio) y Santa Cruz (Frente de Todos)

Mapa 2: Provincias que tuvieron gobernadoras mujeres (2001-2019).

 

En celeste aquellas provincias que tuvieron gobernadoras

*Río Negro tendrá a su primera gobernadora a partir de Diciembre de 2019

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración propia en base a Tribunales Electorales Provinciales.

A partir del año que viene, el número de gobernadoras se reducirá a la mitad, ya que solo dos mujeres resultaron electas: Alicia Kirchner en Santa Cruz y Arabela Carreras en Río Negro.

 Intendencias. En el nivel municipal, solo 258 sobre más de 2000 intendencias en todo el país son ocupadas por mujeres. En los 68 municipios con más habitantes (más de 100 mil) el número se reduce a tres intendentas, Norma Fuentes en Santiago del Estero, Mónica Fein en Rosario y Verónica Magario en La Matanza. A partir de diciembre, 5 mujeres asumirán en los municipios más poblados: Inés Brizuela y Doria en La Rioja, Bettina Romero en Salta, Norma Fuentes con su segundo mandato en Santiago del Estero, Mayra Mendoza en Quilmes y Mariel Fernández en Moreno.

Entre los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, solo 6 serán presididos por mujeres a partir de diciembre: Mariel Fernández en Moreno, Mayra Mendoza en Quilmes, Blanca Cantero en Presidente Perón, María Viviana Fassi en Cañuelas, María Cecilia Gianni en Carlos Tejedor y Érica Revilla en General Arenales. Esto se corresponde con el bajo número de candidatas que se presentaron a las elecciones por el cargo de intendenta en la provincia: este año las mujeres fueron el 16% del total de candidatos, 79 de 485. La agrupación que más mujeres postula para ocupar la intendencia es el Frente de Izquierda y de Trabajadores, con 25 candidatas. En segundo lugar, se encuentra el Frente de Todos con 22 candidatas, seguido por Consenso Federal y Juntos por el cambio con 14 y 12 respectivamente.

Gabinetes Nacionales. Los ministerios son espacios fundamentales para la formación de políticas públicas a nivel nacional y cuentan con alta visibilidad y prestigio. Por ello, son puestos clave para promover la aceptación de la mujer en una posición de liderazgo (Barnes & Taylor-Robinson, 2013). No obstante, en Argentina no existen actualmente mecanismos ni incentivos para fomentar la participación femenina en la mesa chica, es decir, en los ministerios.

En cuanto a la presencia de mujeres en los gabinetes nacionales Argentina se encuentra entre los puestos más bajos de América Latina, el Caribe y la Península Ibérica (CEPAL, 2018). De 231 designaciones para el cargo de ministro que hubo desde 1983, solo 23 correspondieron a mujeres[2]. Además, si contamos el número absoluto de mujeres hubo solo 16 ministras que ocuparon diferentes cargos a lo largo de los años. Sin embargo, estuvieron representadas en una amplia gama de rubros, no solo aquellos asociados típicamente al rol de la mujer. En distintas gestiones, las mujeres lideraron ministerios como el de desarrollo social, educación, cultura, salud, así como también defensa, industria, relaciones exteriores, seguridad y economía. Con la renuncia de Susana Malcorra al Ministerio de Relaciones exteriores en 2017, hoy solo 2 de los 12 cargos ministeriales de la gestión Macri son ocupados por mujeres, Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad y Carolina Stanley en el de Salud y Desarrollo Social.

Gráfico 5: Ministras argentinas (1983-2019)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos publicados en el Boletín Oficial.

Gabinetes Provinciales. A nivel provincial la tendencia se replica: en 2019 pocas mujeres integran ministerios y secretarías. Estas solo representan el 23% de los puestos de los ejecutivos subnacionales. Además, existe una clara división del trabajo: mientras que solo el 17% de los hombres lidera ministerios tradicionalmente asociados al rol de la mujer (Educación, Salud y Desarrollo Social), el porcentaje asciende al 56% cuando vemos a las mujeres. En contraposición, solo tres provincias tienen ministras de hacienda: Chaco, Mendoza y San Luis.

Por otra parte, la presencia de mujeres en las gobernaciones no parece haber tenido un efecto sobre la representación femenina en los ministerios provinciales. Por ejemplo, en Buenos Aires no hay ni una ministra mujer. En Catamarca, solo 3 de 22 cargos son ocupados por mujeres. Algo similar ocurre en Tierra del Fuego, donde de 18 ministerios y secretarías solo dos son lidera dos por mujeres. Por último, Santa Cruz, la provincia gobernada por Alicia Kirchner, muestra un panorama más favorable, ya que cuenta con un gabinete paritario. De 8 ministerios, 4 son ocupados por mujeres: Desarrollo Social, Salud y Ambiente, Secretaría General de la Gobernación y el Consejo General de Educación.

Poder Judicial

En el poder judicial existen mecanismos de discriminación vertical que obstaculizan el ascenso de las mujeres a los escalafones de mayor jerarquía (Gastiazoro, 2016). Las mujeres no solo están concentradas en las primeras instancias judiciales, sino que además se especializan en las temáticas más asociadas al rol tradicional de la mujer, como Familia, Menores y Laboral (Kohen, 2006).

La desigualdad entre hombres y mujeres también se dirime en la dicotomía público – privado. Muchas mujeres se vuelcan al sector público, dado que las empresas jurídicas cuentan con mecanismos informales de ascenso y un régimen de horarios muy extendido que resulta incompatible con el trabajo en el hogar, realizado predominantemente por las mujeres (Bergoglio, 2007).

En el sistema nacional, las mujeres son el 58% del personal administrativo, mientras que representan tan solo un 24% de los camaristas, el cargo más alto de la Justicia Nacional.

Gráfico 6: Participación por género y categoría en el Sistema de Justicia Nacional y Federal (2018)

 

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Mapa de género de la Justicia Argentina de la Oficina de la Mujer

A nivel provincial las distribuciones son muy similares. El promedio interprovincial de mujeres es del 28% para el cargo de magistrado y de 62% para el personal administrativo.

Gráfico 7: Participación por género y categoría en el Sistema de Justicia Provincial (2018)

Fuente: Elaboración propia en base a los datos del Mapa de género de la Justicia Argentina de la Oficina de la Mujer

Por otra parte, la Corte Suprema Nacional de Justicia solo tuvo dos ministras mujeres sobre los 98 que hubo a lo largo de los años: Carmen Argibay, quien detentó su cargo entre 2005 y 2014 y Helena Highton de Nolasco, designada en 2004 y aún en funciones.

 

[1]Cuando una persona es designada para el mismo cargo más de una vez durante un mandato presidencial se contabiliza una sola vez. Por ejemplo, Débora Giorgi y Alicia Kirchner tuvieron dos designaciones en los mandatos de Cristina y Néstor Kirchner respectivamente. También se cuenta una vez cuando el ministerio cambia de nombre, como es el caso de Carolina Stanley, antes ministra de Desarrollo Social y ahora ministra de Salud y Desarrollo Social.

[2] De las 10 bancas en juego por d´hondt 7 fueron para el sublema “Frente de Todos” y 3 para “Nueva Santa Cruz” (el lema de Costa). En total, fueron 7 para hombres y 3 para mujeres. En el “Frente de Todos” las 7 bancas se repartieron entre 3 sublemas, todos encabezados por hombres. Entonces ahí quedaron 4 hombres y 3 mujeres. En “Nueva Santa Cruz” las 3 bancas se repartieron entre 3 sublemas, todos encabezados por hombres.

Bibliografía:

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Barnes, T. D. & O’Brien, D. Z. (2017). Defending the Realm: The Appointment of Female Defense Ministers World Wide. American Journal of Political Science

Barnes, Tiffany. (2012). “Gender and Legislative Preferences: Evidence from the Argentine Provinces.” Politics and Gender 8 (4): 483–507.

Bergoglio, María Inés (2007). “Cambios en la organización temporal del trabajo jurídico: La mirada de los abogados”. Disco compacto del VIII Congreso Nacional de Sociología Jurídica. Santa Fe.

Chen, Li-Ju. (2010). “Do Gender Quotas Influence Women’s Representation and Policies?” European Journal of Comparative Economics 7 (1): 13–60.

Clots-Figueras, Irma. (2012). “Are Female Leaders Good for Education? Evidence from India.” American Economic Journal: Applied Economics 4 (1): 212–44.

Escobar‐Lemmon, Maria, and Michelle M. Taylor‐Robinson (2005) “Women ministers in Latin American government: When, where, and why?” American Journal of Political Science.

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Jones, M. P., Alles, S., & Tchintian, C. (2012). Cuotas de género, leyes electorales y elección de legisladoras en américa latina. Revista de ciencia política (Santiago), 32(2), 331-357. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-090X2012000200001

Krook, Mona Lena, and Diana Z. O’Brien (2012)”All the president’s men? The appointment of female cabinet ministers worldwide.” The Journal of Politics.

Kohen, Beatriz (2006). “The Family Law Judges of the City of Buenos Aires, A View from Within”. Contribución al Law and Society Association Annual Meeting, Baltimore.

Lovenduski, J. (1986). Women in European Politics: Contemporary Feminism and Public Policy. Amherst: The University of Massachusetts Press.

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Schwindt‐ Bayer, L. A. (2009). Making quotas work: The effect of gender quota laws on the election of women. Legislative studies quarterly, 34(1), 5-28.