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30.10.2019

María Matilde Ollier

El peronismo regresa a la provincia de Buenos Aires

El domingo compitieron por la gobernación de Buenos Aires cinco fuerzas políticas: Frente de Todos (FDT), Juntos por el Cambio (JxC), Consenso Federal, Frente de Izquierda y Frente Nos. El triunfo fue para la fórmula Axel Kicillof-Verónica Magario (FDT), que obtuvo el 52,3%, seguida por María Eugenia Vidal-Daniel Salvador (JxC) con 38,4%. A continuación, se ubicaron Consenso Federal (5,1%), FIT (2,8%) y NOS (1,4%). La fórmula Kicillof-Magario repite los guarismos de las elecciones primarias, en tanto Vidal-Salvador mejoraron su desempeño de un 34,5% a un 38,4% en la general.

En la elección de legisladores provinciales, el Frente de Todos obtuvo 23 diputados y 13 senadores, Juntos por el Cambio 22 diputados y diez senadores y Consenso Federal, un diputado. Por lo tanto, ambas fuerzas se repartirán entre sí 89 de las 92 bancas: Juntos por el Cambio con 45 y Frente de Todos con 44. Las tres restantes son para Consenso Federal, Frente de Izquierda e Independiente. En la Cámara de Senadores, Juntos por el Cambio tendrá 25 bancas y Frente de Todos, 21 (siempre y cuando se produzca la unificación de todos los bloques del conglomerado justicialista). De los resultados se desprende el alto grado de polarización entre el FDT y JxC, que sumaron el 90,7% de los votos, mientras que en las elecciones primarias habían alcanzado el 87,3%.

La elección se definió en el conurbano (primera y tercera secciones electorales), donde el Frente de Todos consiguió 56,8% de ventaja sobre Juntos por el Cambio con 34,3%. Mientras en el interior de la provincia, JxC logró el 48,3 % y el FDT, el 43,4% de los sufragios. La gran ventaja obtenida en el conurbano, que reúne 67 % de los electores provinciales, por el Frente de Todos le permite al conglomerado peronista incorporar 19 diputados nacionales, mientras Juntos por el Cambio suma 14 y Consenso Federal, dos legisladores nacionales.

El nuevo escenario impacta en los municipios, donde el Frente de Todos recupera Quilmes, Morón, Pilar, Coronel Suárez, Baradero, Carlos Tejedor, Las Flores, Mar Chiquita y Berisso. De esta manera, gobernará 71 de los 67 municipios que ya tenía. A su vez, Juntos por el Cambio retiene Tres de Febrero, Lanús, San Miguel, Vicente López, San Isidro, Bahía Blanca, La Plata y General Pueyrredón (Mar del Plata) y suma Necochea y San Miguel del Monte. En consecuencia, gobernará en 61 de los 68 municipios en los que había triunfado en 2015. Es decir, mientras el FDT ganó cuatro intendencias, JxC perdió siete.

El hecho más saliente de la elección es la victoria del Frente de Todos. Este éxito le permite al peronismo recuperar, luego de cuatro años, el gobierno de la provincia más importante del país por su peso demográfico y su producto bruto; provincia que había gobernado de manera consecutiva entre 1991 y 2015. La victoria se asentó en los votos obtenidos en el conurbano, la región de la provincia más castigada por la crisis económica y donde los índices de pobreza, desocupación y desigualdad superan la media nacional. En consecuencia, la buena imagen de la gobernadora fue insuficiente para evitar el triunfo de Kicillof-Magario. La popularidad Cristina Fernández, sobre todo en el conurbano, y su participación en la fórmula presidencial, posibilitaron la extraordinaria performance electoral en la primera y tercera secciones electorales, contribuyendo así de forma decisiva al éxito del Frente de Todos.

*Por María Matilde Ollier. Investigadora del OEAR – UNSAM

La opinión de la autora no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.

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