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Por María Esperanza Casullo

El voto en blanco gana adeptos en las PASO de Tierra del Fuego

Las PASO se realizan este año en la provincia de Tierra del Fuego en un contexto de tensión política y social causada por la pérdida de empleos en sus ensambladoras. La provincia más joven del país tuvo en el 2016 un retroceso del 12,8% en el empleo formal (el más alto de todo el país).[1] En este marco, los sindicatos estatales petroleros y la UOM realizaron una sucesión de movilizaciones durante este año y medio, incluyendo un paro de 48 horas de los metalúrgicos en esta misma semana de julio, justo antes de las PASO. Asimismo, se agudizó una disputa entre los intendentes de Ushuaia y Río Grande y la gobernación por el reparto de fondos coparticipables provinciales.

En octubre se renuevan dos bancas. Las encuestas marcan una casi paridad entre Martín Pérez (kirchnerismo) Laura Colazo (por la lista cercana a Bertone), Héctor Stefani (Cambiemos) y Federico Sciurano (UCR con massismo), con una leve ventaja del primero. Sin embargo, la primera opción en las encuestas es el voto en blanco, con más de un 20%. El voto en blanco es siempre alto en Tierra del Fuego, donde la política es personalizada y las identidades partidarias son débiles; es probable que gane más adeptos en este contexto de crisis y enfrentamientos políticos entre la gobernadora y los intendentes.

En las elecciones del 2015 el Frente para la Victoria constituido por el peronismo y partidos aliados ganó la totalidad de los cargos ejecutivos provinciales así como la mayoría de la Legislatura. Sin embargo, ninguna de las dos alianzas que compitieron en 2015 pudo preservar su composición en estas elecciones.

En 2015 la capacidad de agregación de Frente para La Victoria (peronismo no kirchnerista, La Cámpora, Kolina, Forja) fue una de las claves de su triunfo. Sin embargo, la unidad no pudo sostenerse dadas las polémicas públicas entre la gobernadora y los intendentes y diputados nacionales (que no responden a la jefa del ejecutivo.). Así, la alianza se fragmentó en dos y competirán una lista ligada a Bertone (que preside el Partido Justicialista) y otra hegemonizada por la Cámpora. La lista de Bertone se llama Frente Tierra de Unión y sus candidatos son Laura Colazo (del Partido Verde e hija de un ex gobernador) y el Ministro de Obras Públicas del actual gobierno Luís Vázquez. Por su parte, la boleta kirchnerista se llamará  Frente Cívico y Social, y está encabezada por Martín Pérez (integrante de La Cámpora) y Carolina Yutrovic (del Partido Social Patagónico, la fuerza de la ex gobernadora Fabiana Ríos). El PSP no se había aliado con el FPV en el 2015 pero confluyó en esta elección. Pérez busca con esta candidatura su segundo mandato.

Cambiemos llevará como precandidatos en una lista única a  Hector “Tito” Stefani (PRO) y Graciela Salgado (UCR). Pero la UCR irá en realidad partida en dos. El presidente de la UCR fueguina, ex intendente de Ushuaia y ex candidato a gobernador de Cambiemos en 2015, Federico Sciurano, encabezará en esta elección la lista del massismo (Sciurano, entre otras cosas, criticó la conducción nacional de la alianza por estar en contra de la promoción industrial y por dar poco lugar a la UCR fueguina.)

Las listas que siguen en las preferencias según las encuestas son la de la ex diputada Liliana “Chispita” Fadul y la del secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica Eduardo Martínez (actual diputado). Martínez, que en el Congreso es aliado del FPV, va sin embargo en una boleta aparte. Ambos candidatos aparecen lejos de los primeros.

Es decir, estas elecciones parecen marcar la continuidad de ciertas características de la política fueguina, como la  fragmentación, el altísimo voto en blanco, la labilidad de las identidades políticas, y sobre todo, la personalización de la política fueguina: es muy difícil analizar la realidad política de la isla desde lo partidario ya que se ponen en juego redes y conflictos personales.

*Por María Esperanza Casullo, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.

La opinión del autor no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.
[1] Según la medición del INDEC de fines de 2016