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14.06.2019

Tania Yedro

Formosa y la odisea de quebrar la hegemonía gildista

En las elecciones generales de este domingo los formoseños elegirán gobernador, vicegobernador, 15 diputados provinciales, 27 intendentes municipales y la mitad de los concejos deliberantes locales. Para competir por la gobernación, se presentaron tres fórmulas: el Partido Justicialista llevará como candidato a Gildo Insfrán – gobernador desde 1995, quien buscará su séptimo mandato consecutivo acompañado por Eber Solís, actual diputado provincial; el Frente Amplio Progresista -vinculado a Cambiemos- competirá con Adrián Floro Bogado, principal referente de la oposición, junto con Iván Kaluk; y finalmente, el Partido Obrero (PO) lo hará con el binomio Natalia Coronel-Cristian Villasboa.

Desde 2007 las elecciones formoseñas fueron simultáneas con las elecciones a presidentes. El desdoblamiento de este domingo puede estar relacionado con diversos objetivos. Uno de ellos es que le otorga menos tiempo de organización a la oposición, lo que inclina la cancha a favor del oficialismo. Otro de los objetivos es provincializar la disputa política ante la incertidumbre en el escenario nacional.

En cuanto a los demás cargos provinciales y locales, rigen el sistema de doble voto simultáneo o ley de lemas. Este sistema, que muchas otras provincias adoptaron y abandonaron, confunde al votante ya que incentiva la fragmentación dentro de los espacios políticos y puede generar distorsiones en el resultado electoral. Por ejemplo, solo para competir por la intendencia de Formosa, el PJ presentó 54 sublemas y seis candidatos, siendo Jorge Jofré y Ramiro Fernández Patri los más competitivos. Por su parte, el Frente Amplio Formoseño competirá con 19 sublemas y dos candidatos – Fabián Olivera y Gabriela Neme-, mientras que el PO, con una lista única encabezada por César Kalyn.

En cuanto a los cargos legislativos, en la lista para diputados provinciales del PJ encabezada por Armando Cabrera, se presentan cinco de los once diputados oficialistas que terminan su mandato compiten por la reelección. El lema de la Confederación, por su parte, presenta tres sublemas encabezados por referentes de la UCR y del peronismo disidente que no lograron acordar.

Formosa fue gobernada por el justicialismo desde el regreso a la democracia. El binomio Insfrán-Bogado logró la reforma constitucional en 2003 que permite la reelección indefinida. Ganaron todas las elecciones en las que compitieron desde 1995, con una ventaja considerable respecto del segundo candidato – en 2015 el margen fue del 47,4%. Las novedades de estas elecciones son que Insfrán no contará con su histórico vicegobernador, que falleció en funciones en 2017 y que su hijo, Adrián Bogado, es ahora el principal referente de la oposición.

En suma, en Formosa el PJ se impuso en todas las elecciones provinciales ejecutivas y legislativas, constituyéndose como el paradigma de la cancha inclinada (ventajas sistemáticas que tienen los oficialismos sobre la oposición por su situación institucional). En ese sentido, se pronostica la estabilidad del PJ. Una vez más la principal fuerza opositora, liderada en esta oportunidad por Bogado hijo, pone el foco en la necesidad de una renovación política y en el agotamiento del modelo gildista. Sin embargo, en la Formosa actual puede aspirar a lo sumo a achicar el margen de ventaja del oficialismo.

*Por Tania Yedro. Investigadora del OEAR

La opinión de la autora no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.

Leé el informe 2017 acá.