La provincia de Santa Fe cambia de color
Tal como pronosticamos luego de las PASO, las estrategias de campaña desplegadas entre las elecciones de agosto y las del 22 de octubre, la mayor afluencia de votantes –que pasaron del 70 al 75%-, el realineamiento de los votos de los partidos que quedaron fuera de contienda por efecto del umbral, sumado a una disminución de los votos anulados, demarcaron el camino hacia una importante variación en el tanteador entre las principales fuerzas que, el pasado domingo, compitieron por 9 bancas de la provincia de Santa Fe en la Cámara de Diputados.
La principal sorpresa fue la marcada ventaja que Cambiemos –con Albord Cantard a la cabeza- logró sobre el Frente Justicialista. Mientras en las PASO habían quedado prácticamente empatados con el 27,1% y 27,8% de los votos respectivamente, el resultado de los comicios generales dio un claro triunfo a Cambiemos que alcanzó un 37,8% de sufragios, obteniendo 200 mil votos más que en las PASO, logrando así retener las 5 bancas que el oficialismo macrista puso en juego y pintar de amarillo una provincia más en la nueva configuración del mapa nacional.
Contrariamente, el Frente Justicialista no pudo sostener los votos 516.803 que –separadamente- habían cosechado Agustín Rossi y Alejandra Rodenas en las PASO. Con un 25,8% de los votos, esta fuerza ingresará 3 diputados; los ya citados y Josefina González, quien renovará su banca. Más allá de la mengua, la lectura fue positiva: “Somos la segunda fuerza en Santa Fe” -celebraron-, destacando el crecimiento respecto de la pobre elección de 2013 y llamando a la unidad del peronismo para recuperar la provincia en 2019.
Por su parte, el gobernante Frente Progresista Cívico y Social representado por el actual Ministro de Producción, Luis Contigiani, tuvo su peor cosecha en muchos años. Si bien mejoró levemente su desempeño respecto de las PASO, el 14,6% de los votos no le alcanzó para conservar sus 2 bancas –hoy ocupadas por Hermes Binner y Alicia Ciciliani-, ingresando solamente un legislador en el Congreso Nacional. Algo similar ocurrió en la ciudad de Rosario, histórico bastión del socialismo, donde el PFCyS también debió conformarse con el tercer puesto frente a un abrumador triunfo de Cambiemos que lo duplicó en votos. Alzándose con el 36,9% de los avales, la lista amarilla obtuvo seis bancas que, sumadas a otras 3, convierten a esta fuerza en la primera minoría del Concejo Municipal y potencian a Roy López Molina como aspirante a la Intendencia frente a las figuras de Pablo Javkin (FPCyS) y Roberto Sukerman (FJ).
Ante a este escenario adverso, el gobernador Miguel Lifschitz asumió la derrota y expresó la necesidad de introducir cambios en su propia gestión y de relanzar el espacio político del Frente Progresista incorporando a otros sectores -independientes e incluso peronistas-. La posibilidad de revertir este desgaste dependerá también de los apoyos u obstáculos que encuentre al interior del propio Partido Socialista.
En la vereda de enfrente, José Corral- actual Intendente de la ciudad de Santa Fe y principal referente de Cambiemos a nivel provincial- ya proyecta su carrera hacia la Casa Gris. Sustentándose en los resultados alcanzados por la lista de Cantard en todos los departamentos y por la excelente performance de los candidatos de Cambiemos en las elecciones municipales y comunales, el líder radical habló de la construcción de un futuro político esperanzador para mejorar la provincia.
Las restantes 7 listas presentes en el cuarto oscuro no entraron en el reparto de bancas, reforzando –una vez más- este particular juego entre 3 que caracteriza a Santa Fe, hoy menos equilibrado que hace un par de años. Esta elección deja en claro a quién favorece la balanza. Será cuestión de ver cómo se mueven las piezas de acá a 2019, pero las cartas parecen estar echadas.
Por María Lourdes Lodi, Coordinadora del Observatorio Político Electoral y Directora del Dpto de Análisis Político. Facultad de Ciencia Política y RRII – UNR. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.