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Santiago del Estero: estabilidad provincial en un escenario de cambios

A diferencia de los cambios en el panorama electoral que mostraron muchas provincias, en Santiago del Estero se confirmaron los resultados esperados, tanto en las legislativas nacionales como en las provinciales, en las que se dio el esperado amplio triunfo del gobernante Frente Cívico, una coalición de radicales y peronistas.

Vuelve así al poder el radical Gerardo Zamora, que deja su banca en el Senado nacional para volver a ocupar el ejecutivo provincial por tercera vez, reemplazando a su esposa Claudia Ledesma, que asumirá como diputada nacional el 10 de diciembre. Resulta reelecto el actual vicegobernador, el peronista José Emilio Neder, en una fórmula que consagra la continuidad de la convivencia entre sectores radicales y peronistas en el partido de gobierno. Como se esperaba, el Frente Cívico obtiene las tres bancas de diputados nacionales en juego, de forma que seis de los siete diputados nacionales santiagueños seguirán perteneciendo al oficialismo provincial, mientras que una banca está en manos del Frente Renovador. La convergencia de las elecciones nacionales con las provinciales ha generado un incremento en la participación electoral de los ciudadanos santiagueños, que ha sido del orden del 80%, superando en seis puntos porcentuales a la participación observada en las PASO.

Con respecto a las última PASO, se ha observado un incremento de tres puntos porcentuales en el caudal electoral de la lista de diputados del Frente Cívico, que ha obtenido más del 69% de los votos; así como un aumento de más de un punto porcentual y medio en el caudal obtenido por Cambiemos. El resto de las fuerzas políticas que participaron en la compulsa legislativa ha visto decrecer su caudal electoral. Estos cambios se explican principalmente por la convergencia con las elecciones provinciales, donde posiblemente los candidatos a gobernador han ejercido un efecto de tracción de votos en los casos de las fuerzas que vieron incrementar su caudal electoral, las cuales a su vez se vieron favorecidas por la mayor participación electoral de los ciudadanos.

La política provincial ha mantenido una dinámica notablemente estable, frente a los notables cambios en la arena política nacional, a partir de la asunción de Mauricio Macri en 2015.

Gerardo Zamora ha triunfado con casi el 68% de los votos, superando los resultados obtenidos por su esposa en 2013 por tres puntos porcentuales. La amplia diferencia obtenida con respecto al candidato de Cambiemos, que obtuvo el 17% de los votos y al referente del Frente Renovador 1País, con un 9%; resulta llamativa para un observador externo. Sin embargo, se trata de un escenario muy similar a 2013, cuando el frente gobernante también logró una distancia del orden de cincuenta puntos porcentuales con respecto a la segunda fuerza política, integrada por el radicalismo que no formaba parte del partido de gobierno. En esa oportunidad, el tercer lugar también fue obtenido por el referente del massismo a nivel nacional.

El Frente Cívico ha triunfado asimismo en las categorías de diputados provinciales, comisionados municipales y en los dos municipios donde tuvieron elecciones. La Legislatura provincial seguirá así dominada por el partido de gobierno, que contará con 29 de las 40 bancas. El resto de los diputados provinciales responderán por un lado a Cambiemos, que ha logrado obtener 7 bancas y por otro al Frente Renovador 1País, que tendrá 4 representantes legislativos. Ni la izquierda ni el espacio político que reivindica al histórico líder justicialista Carlos Juárez han logrado obtener un espacio en el poder legislativo local.

Los resultados de las elecciones en las 137 comisiones municipales, además de mostrar una victoria casi total del oficialismo provincial, arrojaron resultados relevantes con respecto a los diferentes sectores integrantes del Frente Cívico. Si bien a nivel provincial, tanto radicales  y peronistas se referencian en las figuras de Claudia y Gerardo Zamora, en el nivel local compiten. De la competencia electoral en esta oportunidad se desprende una marcada victoria de los sectores peronistas, que han triunfado en alrededor del 80% de las comisiones municipales. Si bien es vivido como un avance por parte de los sectores peronistas, no altera sustancialmente el equilibrio entre los sectores, en tanto el peronismo había sufrido un retroceso territorial en las elecciones municipales de 2014. Asimismo, muestran una representación equilibrada en términos de los cargos legislativos provinciales y nacionales, forma en la que  articulan la convergencia entre dirigentes de diferentes tradiciones partidarias al interior de la coalición de gobierno.

Santiago del Estero consagra de este modo un escenario político altamente provincializado, en donde la principal fuerza política no tiene un claro alineamiento nacional: con un pasado fuertemente alineado al kirchnerismo y un presente donde se pregona una “buena relación institucional” con un gobierno nacional del cual se muestra alejado en lo político-electoral. La elección se ha vivido como el apoyo a la continuidad y consolidación de un proyecto político que propone defender los intereses de la provincia, incluso en una institución política nacional como el Congreso.

*Por Victoria Ortiz de Rozas, Universidad Nacional de General Sarmiento-Conicet. Investigadora de Cuadernos Electorales de CIPPEC.