Novedades

Por Germán Lodola

Una elección sin demasiadas sorpresas en la ciudad

El domingo 13 de agosto se celebraron las PASO en la Ciudad de Buenos Aires. Fueron seleccionados los candidatos de las listas que competirán en las elecciones generales del 22 de octubre para renovar 13 Diputados Nacionales y 30 Legisladores de la Ciudad. La participación electoral alcanzó el 75,2%, creciendo ligeramente la concurrencia respecto a las PASO de 2015.

Los resultados de la elección fueron los que se esperaban, aunque el desempeño de las listas oficialistas superó las predicciones, y la performance de las dos mayores fuerzas opositoras quedó algo rezagada en relación a las expectativas sostenidas por sus líderes.

La decisión del oficialismo de sacar a Elisa Carrió de la competencia en la Provincia de Buenos Aires y trasladarla a la Ciudad se vio premiada en las urnas. En efecto, el frente electoral Vamos Juntos obtuvo el 49,5% de los votos válidos a Diputado Nacional, ganando en todas las Comunas con picos superiores al 60% en las del corredor Norte. Esto representa la mejor elección de un candidato apoyado por PRO en su corta historia, y la tercera mejor elección de una fuerza política en la historia del distrito, detrás de las elecciones de la Alianza en 1997/1999 y virtualmente igual a la elección de la UCR en 1983. Así, de repetirse los resultados en las elecciones de octubre, el oficialismo podría aspirar a retener los 8 diputados que pondrá en juego. Entre las cuestiones a futuro que plantea esta elección para el partido de gobierno se destaca la necesidad de articular internamente el liderazgo de Elisa Carrió, quien fortalecida por la elección y el lugar privilegiado de sus candidatos en la lista nacional puede aspirar a disputar otros espacios e incluso activar su candidatura a la Ciudad.

De la oferta electoral, el único frente competitivo que presentó más de una lista para los cargos en disputa fue Unidad Porteña. El espacio, fruto de una alianza amplia entre el kirchnerismo, el PJ porteño y algunas agrupaciones filo-kirchneristas, obtuvo el 20,7% de los votos válidos, casi dos puntos menos de lo que recibió en las PASO de 2015. Sin embargo, la lista encabezada por Daniel Filmus cosechó más del 78% de este caudal, por lo que no se trató verdaderamente de una interna competitiva. Las otras dos listas que competían por obtener el 15% de los votos del frente necesarios para ocupar posiciones en las listas de octubre, no lograron sortear ese umbral. Frente a esta situación es esperable que el peronismo repita el desempeño de los últimos años en la Ciudad, realizando elecciones razonables pero poco competitivas, y sea capaz de preservar los 3 Diputados que arriesga.

Por el lado del espacio político liderado por Martín Losteau y sus socios radicales, quienes buscaban desplazar al peronismo del segundo puesto y posicionarse como una opción de gobierno de cara a las elecciones de 2019, los resultados fueron pobres. Con apenas el 13% de los votos válidos solamente obtendrían 2 Diputados (el propio Losteau y Carla Carrizo) viendo seriamente limitadas sus chances de expandirse electoralmente. Las otras fuerzas políticas que superaron el piso del 1,5% impuesto por las PASO accediendo a competir en octubre, pero con muy bajas chances de obtener una diputación, son 1País (3,9%), el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT, 3,8%) y Autodeterminación y Libertad (AyL, 3,7%).

En cuanto a los resultados electorales para el cargo de Legislador porteño, tampoco se observaron grandes novedades. Por un lado, si los guarismos del domingo se repitieran en las elecciones generales de octubre, la coalición gobernante Cambiemos lograría incorporar una banca adicional a las 15 que pondrá en juego. De tal manera que el interbloque oficialista, conformado por PRO, la Coalición Cívica-ARI y Confianza Pública (el partido de Graciela Ocaña), lograría consolidarse en la asamblea local con una mayoría propia del 55 por ciento de los escaños. Esta situación permitiría que el Poder Ejecutivo pueda avanzar sin mayores dificultades su agenda de políticas públicas. Adicionalmente, habilitaría la posibilidad de que el oficialismo sancione con sus propios votos cuestiones sensibles para los porteños como legislación tributaria y cambios en el Código de Planeamiento Urbano que regula el desarrollo de proyectos inmobiliarios en la Ciudad.

Por otra parte, es de esperar que la presencia de la oposición en la Legislatura tampoco sufra transformaciones sustantivas. De repetirse los resultados en octubre, el PJ-FPV habrá cosechado 6 o 7 legisladores (pondrá en juego 6) y continuará siendo la segunda fuerza con poco más del 20 por ciento de las bancas. Esto, sin embargo, es de alguna manera condicional a cómo se realinean las facciones internas del peronismo y del kirchnerismo porteño considerando que en la actualidad ambas fuerzas políticas conforman bloques separados en la Legislatura.

Si se mantienen los resultados, las restantes fuerzas de la oposición que lograron superar las PASO en la Ciudad se disputarán la distribución de unas pocas bancas. En el mejor de los casos, el espacio de Losteau apenas podrá incorporar un asiento adicional a los 4 que deberá renovar. Así, el interbloque formado por los radicales de Suma+ y los socialistas, cosecharía alrededor del 15 por ciento de los legisladores. Esta cifra, sin embargo, puede verse reducida si los candidatos del FIT, Myriam Bregman, o de AyL, Marta Martínez, logran quedarse con alguna de esas bancas. En este sentido, es relevante mencionar que el único corte de boleta significativo en la elección fue a favor de Bregman quien obtuvo casi 15 por ciento más de votos que la lista a diputado nacional. Por último, la floja elección del massismo apenas le permitirá sostener el escaño que actualmente ostenta, pero éste iría a manos de Sergio Abrevaya (GEN).

*Por Germán Lodola, UTDT-CONICET. Investigador de Cuadernos Electorales de CIPPEC.

La opinión del autor no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.