Julieta Lenarduzzi
Pronóstico incierto en La Rioja
La Rioja usualmente era considerada una de las provincias donde se verificaba la hipótesis de cancha inclinada, ya que el oficialismo detentaba una ventaja electoral significativa, propiciada tanto por la normativa electoral como por el amplio uso de recursos estatales para sostener la vida de la población. Si bien lo segundo no ha cambiado demasiado, desde 2007 diferentes eventos han ido nivelando la competencia. Uno de ellos es la derogación de la ley de lemas (que de todos modos en 2019 reemergió como posible estrategia), que impide al peronismo triunfar sumando los votos de diferentes facciones. Otro suceso es la reforma constitucional de 2008, que eliminó la reelección indefinida y cambió el modo de elección de los diputados, permitiendo que segundas fuerzas obtengan más bancas.
El gobernador Sergio Casas no podía volver a candidatearse por haber sido vicegobernador en el período anterior. Convocó entonces a una consulta popular para modificar la Constitución provincial y competir. La oposición (UCR y Pro) reaccionó solicitando a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se suspendiera la consulta. La Corte respondió que, al no haberse realizado aún, no había caso que evaluar. La consulta se llevó a cabo el 27 de enero. Contó con la participación del 44 por ciento del padrón y el 25,5 por ciento se pronunció a favor de la modificación. Allí fue cuando la oposición realizó una segunda presentación, argumentando que no se cumplía con el requisito de porcentaje para aceptar la reforma. Allí la Corte se pronunció a favor de los demandantes. Casas se anticipó y a fines de marzo bajó su candidatura, a la vez que el Tribunal Electoral provincial suspendió el llamado a elecciones para el 12 mayo argumentando que no se encontraban actualizados los padrones.
Recién a fines de julio se decidió que los comicios provinciales y nacionales se dieran en simultáneo. Esto representa una gran novedad, ya que desde 1995 las elecciones se encuentran desdobladas. Está por verse la capacidad de arrastre -negativo o positivo- de las fórmulas presidenciales (de Alberto Fernández a Ricardo Quintela y de Mauricio Macri a Julio Martínez) y las dificultades que pueden encontrar quienes se presentan por fuera de un paraguas nacional. Este es el caso del ex gobernador y diputado nacional Luis Beder Herrera, que no tuvo éxito en sus gestiones para que las alternativas provinciales no fueran pegadas a ninguna boleta presidencial.
>Otro elemento de incertidumbre fue el cambio inesperado de alianzas entre candidatos. Julio Martínez, representando la opción de Cambiemos con Juntos por La Rioja, había acordado con el intendente de la capital, el peronista Alberto Paredes Urquiza -opositor al gobierno provincial y con buen diálogo con Miguel Ángel Pichetto- que este se presentaría a la reelección en la misma boleta, traccionando votos desde el nivel local al provincial. Pero Paredes Urquiza cambió de parecer al confirmarse la candidatura de Beder Herrera por Nuestra Rioja. De todas maneras, Martínez sí lleva en su fórmula a una figura del peronismo, Teresita Luna, del Movimiento Norte Grande.
Con un sistema crecientemente competitivo y elecciones provinciales y nacionales simultáneas es posible concluir que en estas elecciones nos encontramos con el escenario más incierto al menos desde el retorno de la democracia. Un interrogante que puede responder la elección del próximo domingo es quién es el actor dominante de la escena política. Si el Frente de Todos sale triunfante en el nivel provincial, entonces podrá considerarse que la influencia del rol de gobernador, más allá de la figura personal (Casas se presenta en esa lista como candidato a diputado nacional) es el elemento desequilibrante, o bien que el carisma de Quintela, exintendente de la capital, se mantiene intacto. En cambio, si Beder Herrera obtiene el cargo, podría verificarse que su influencia personal sigue vigente y que la reforma constitucional que él propició y que lo llevó a dejar el cargo en 2015 le fue favorable. Beder Herrera se mostró seguro de vencer, pues en 2007 venció a Quintela, quien era apoyado por el kirchnerismo. Por último, podría darse un escenario -menos probable- en que Julio Martínez llegue a la gobernación.
*Por Julieta Lenarduzzi. Investigadora del OEAR
La opinión de la autora no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.
Leé el informe 2017 acá.