La primera elección provincial después de las PASO nacionales
Los datos de posicionamiento ideológico y alineamiento político se basan en una encuesta de percepción. Para conocer su metodología acceder aquí
Los resultados de la elección general en Tucumán*
El proceso electoral de la contienda más reñida desde 2003 estuvo signado por numerosas desprolijidades e incidentes. Recién durante la madrugada anterior a la jornada electoral se confirmaron los integrantes de la Junta Electoral Provincial, cuya tarea es ser el árbitro del proceso electoral. Se sucedieron incidentes – aislados, pero graves- en los que se quemaron urnas y se suspendió la elección en algunos centros de votación. Esto sucedió promediando la jornada en la localidad de Sargento Moya. Por este hecho se detuvo a un candidato a comisionado de la comuna del opositor Acuerdo del Bicentenario (AdB). Además, efectivos de seguridad debieron ser internados por ataques recibidos mientras custodiaban urnas en una escuela en la localidad de San Pablo, donde partidarios de las listas que aparentemente iban perdiendo lograron destruir al menos 13 urnas. A estos casos se le suma el ataque recibido por un periodista de la televisión local mientras filmaba el reparto de mercadería en un local partidario. No hay claridad aún sobre cómo fueron exactamente los hechos.
Dada la gran cantidad de listas que se presentaron, facilitadas por un sistema electoral que alienta el surgimiento de etiquetas partidarias, el recuento de votos resultó, como se esperaba, engorroso y lento. La variedad y cantidad de listas demoró de manera ostensible el recuento en las mesas, atiborradas de fiscales partidarios, lo que retrasó el envío de telegramas desde las escuelas a los centros de cómputos.
Con un 81% de las mesas procesadas, el oficialismo ronda el 54% de los votos para la gobernación; el AdB –que aglutina a radicales, peronistas disidentes, macristas, una fracción del massismo y varios socios menores más-, se acerca al 41%, con muy buenas elecciones en Concepción, la capital y Yerba Buena.
La diferencia de 13 puntos entre las dos principales fuerzas sería de una magnitud comparable a la del PJ y la UCR en 1983. Pero en esta ocasión no sería tan nítida la distinción bipartidista (a pesar de la polarización). Esto se justifica en que del lado opositor deberían computarse los votos del frente conducido por el diputado radical José Cano y los que aportó el sector liderado por el intendente capitalino y candidato a vicegobernador, el peronista disidente, Domingo Amaya.
Con estos resultados provisionales, el sistema político provincial pareciera recuperar una dinámica más competitiva. En 2007, año de la primera reelección del actual gobernador, José Alperovich (FPV), la diferencia entre el primero y el segundo había sido de 72 puntos. En 2011, aunque se achicó la brecha, se mantuvo muy alta (55%). La diferencia entre el primero y el segundo entre 1983 y 2003 había sido en promedio de 11 puntos, más cercana a la diferencia actual.
¿Cómo será la próxima legislatura? El sistema de “acoples”, vigente en la provincia desde la reforma constitucional de 2006, favorece que el reparto de las bancas se realice de manera dispersa entre muchos partidos. A partir de los datos del escrutinio provisorio, las 49 bancas en disputa se repartirían entre 19 etiquetas partidarias. Pero, en función de las alianzas entre acoples y “listas oficiales”, es posible suponer que se agruparán a la hora de conformar los bloques legislativos. Por ello es plausible prever una primera bancada de mayoría oficialista, con unos 33 asientos; una primera minoría -nucleada alrededor del AdB- de 15 miembros; y una para Fuerza Republicana. De esta manera, la futura composición legislativa pareciera también marcar un escenario un poco más competitivo que los de la última década.
El resultado de la elección permite a muchos sentirse ganadores: el PJ local, ahora bajo la tutela de Manzur, gobernará por un nuevo período. Los peronistas disidentes retuvieron el control de la capital provincial. El tiempo dirá si siguen siendo oposición o se reincorporan al oficialismo. Los radicales, detrás de la figura de Cano, vienen recuperando posiciones desde hace un par de elecciones (ganando ahora también bancas legislativas y algunas intendencias). Y, finalmente, Scioli buscará mostrar que esta nueva victoria del FPV en la provincia lo apuntala de cara al 25 de octubre.
*Por Juan Pablo Ruiz Nicolini, UTDT. Investigador invitado de Cuadernos Electorales.