Todo lo que necesitás saber antes de la elección general en Santa Fe
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¿Qué está en juego en la elección general de Santa Fe?*
El próximo domingo 14 de junio el socialismo en el Frente Progresista Cívico y Social se juega la primera y única provincia que ha gobernado en el país. Unión PRO, por su parte, sueña con la posibilidad de pintar de amarillo una provincia más allá de las fronteras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el legislativo provincial, sin embargo, las cosas no se ven tan reñidas, todo parecería indicar que el Frente Progresista obtendrá la mayoría en la Cámara de Diputados y quizás podría lograrlo por primera vez en el Senado. Claro está, con un poco de ayuda de las fórmulas electorales y del apoyo territorial extendido que aporta el radicalismo a sus socios.
Estos pronósticos derivan de las tendencias que marcaron las PASO meses atrás. Entre otras cosas, establecieron que cinco serán los candidatos que competirán por el ejecutivo de la provincia, aunque tres de ellos han concentrado la atención de los medios y mantenido expectativas de acceder a la Casa Gris: Lifschitz, Del Sel y Perotti.
Miguel Lifschitz fue consagrado como candidato del FPCyS, pero lejos de la tranquilidad con la que suelen competir los oficialismos provinciales, desde el 15 de abril el rosarino está en vilo. Por un estrecho margen, menor al 1%, las listas del Frente Progresista sumaron menos votos que la presentada por el PRO. Desde entonces, el objetivo fue apelar a una mayor participación y a polarizar la elección para tratar de sumar todo voto estratégico que no los haya tenido o tenga como primera preferencia.
Miguel Del Sel, ya lejos de bambalinas, es la segunda vez que pelea por la gobernación. Lo novedoso en estos comicios es que las PASO dieron cuenta de la primera vez que su lista fue la que más votos obtuvo en la categoría. Además, en esta oportunidad tiene el apoyo explícito de uno de los más relevantes precandidatos presidenciales, Mauricio Macri.
Omar Perotti, finalmente, compite con la etiqueta del FPV, viene de Rafaela y se declara peronista no kirchnerista. Lo novedoso de su candidatura es que tras años de gran disputa interna fue el único precandidato de su espacio, lo que implicó esperanzadores resultados. Asimismo, no es del riñón del kirchnerismo pero contó con la importante venia de Daniel Scioli.
A nivel provincial los resultados podrían derivar en dos escenarios: 1. Que el ejecutivo provincial lo gane el FPCyS y cuente con respaldo en el legislativo. De este modo, podría emerger por vez primera un gobierno unificado del Frente (si el FPCyS también es mayoritario en el Senado). El próximo gobernador empero debería hacer oído al llamado de atención ciudadano en las PASO, a la vez que cerrar filas al interior del frente, integrando a la línea perdedora; 2. Que se ratifiquen los tendencias de las PASO: el PRO gane la gobernación y deba gobernar sin apoyo en el legislativo (gobierno dividido) negociando arduamente cada decisión a tomar.
A nivel nacional, la derrota del FPCyS implicaría un golpe letal para el progresismo y la candidatura de Stolbizer. La victoria de Del Sel sería un guiño enorme para Macri y la consolidación de su liderazgo. Al FPV y la precandidatura de Scioli no le suma ni resta ningunos de estos escenarios. Su candidato tuvo una elección digna, pero sabe que en la provincia no está jugando. Los que pierden, frente a cualquier escenario, son los radicales: la alianza cruzada con el PRO a nivel nacional los mató antes de empezar la partida.
Los ejes programáticos de mayor relevancia en la campaña volvieron a estar dados por una cuestión central: la seguridad, y otra subsidiaria que logró imponer el oficialismo, educación. En ambas contiendas parece haber salido airoso. La llegada de la Gendarmería a la provincia y el arresto del líder de “Los Monos” trajeron alivio en materia de seguridad y narcotráfico. Los números positivos en materia educativa se mostraron como un logro, frente a una oposición asimilada a los ‘90 y los recortes salariales para los docentes. Ambas cuestiones también fueron dos de los ejes que marcaron el primer debate televisivo de todos los candidatos a la gobernación. Si bien peligró la presencia de Del Sel durante la semana, los principales candidatos reprodujeron sus estrategias: Lifschitz polarizó presentando logros de la gestión y programas a futuro; Del Sel apeló a vínculos personales, emotivos, presentando casos puntuales para cada una de sus propuestas. Los actores en estreno, Crivaro y Martínez, desviaron discusiones, el primero en total y abierta oposición declaró ser la voz de los no escuchados. El segundo apuntó todas sus críticas al gobierno nacional.
En esta última semana, la competencia estará fuertemente marcada por la disputa entre “los Migueles” (como los denomina la prensa local). Lifschitz apuesta a cargar con todo contra Del Sel y polarizar. Este último se juega todo a la conciliación, a no dar pelea y no polarizar. En estrategia y debate programático el Frente pareciera haber ganado la batalla. Veremos si en las urnas tendrá el mismo resultado.
*Por Mariana Prats, UBA/UTDT-CONICET. Investigadora invitada de Cuadernos Electorales.
La opinión de la autora no refleja necesariamente la posición de todos los miembros de CIPPEC.