¿Cómo terminaron las elecciones generales en Entre Ríos?
Los datos de posicionamiento ideológico y alineamiento político se basan en una encuesta de percepción. Para conocer su metodología acceder aquí.
Entre Ríos: Un sistema político que vuelve a ser competitivo*
Es el dato significativo que surge de los guarismos entrerrianos: se recompuso la relación de fuerzas a partir del debilitamiento de Urribarri como gran elector y del buen desempeño electoral de la coalición Cambiemos en todos los cargos en juego. El candidato oficialista a la gobernación Gustavo Bordet (FpV) ganó la elección con el 42,3% de los votos por escaso margen respecto de Alfredo De Angeli, quien trepó al 39,6%. En la categoría a presidente, Mauricio Macri (37,7%) se impuso sobre Daniel Scioli (37,6%). En la capital provincial, Paraná, el radical Sergio Varisco desplazó por 14 puntos a la intendente Blanca Osuna, del FpV, que aspiraba a la reelección.
La mayor participación benefició a los cuatro candidatos a gobernador que compitieron el pasado domingo ya que todos aumentaron su caudal de votos en términos nominales. Pero sólo el candidato de Cambiemos creció porcentualmente respecto de la PASO: mientras el ganador Bordet disminuyó de 44,3% a 42,3%, De Angeli avanzó de 35,8% a 39,6%. El candidato de la coalición massista Unión Popular, Adrián Fuertes, bajó de 16,2% a 15,5%, mientras que Lisandro Viale (Partido Socialista) se mantuvo en 2,6%.
A excepción de Concordia y de Concepción del Uruguay donde la ventaja del peronismo parece inexpugnable, el caudal de votos del FpV disminuyó uniformemente en todos los distritos; se desinfla el potencial ganador del gobernador Urribarri a la vez que se debilita su aspiración de proyección nacional. En este año electoral, el gobernador fue el armador de la estrategia oficial, encargándose personalmente de armar listas, bendecir candidatos y calmar internas y, por eso mismo, aparece como el principal responsable del retroceso del oficialismo en la provincia.
La PASO de agosto había esbozado una recomposición del equilibrio interpartidario y una incógnita clave de cara a la elección general eran los votos en blanco (que alcanzaron el 20% en las PASO): en la disputa por captarlos, el que más cosechó fue el candidato de Cambiemos. El candidato oficialista Bordet incorporó 24 mil votos más respecto de los obtenidos en la PASO. A De Angeli, por su parte, lo votaron alrededor de 58 mil personas más que en la primaria, lo que permitió acortar la brecha al mínimo y crecer casi 4 puntos en la general. El candidato de Cambiemos mejoró su desempeño a partir de captar votos en blanco y también probablemente del aumento de la participación. Pero esos factores no alcanzaron para revertir la diferencia y alzarse con la gobernación. Por escaso margen, el fallido intento de alianza entre las principales expresiones de oposición finalmente tuvo consecuencias.
El Senado provincial dejará de ser monocolor. Sobre un total de 17 bancas, el FpV retuvo 8 mientras que la oposición ocupará los 9 restantes: 8 escaños para Cambiemos y 1 para Unión Popular. En la cámara baja provincial, en tanto, el FpV se quedó con la mayoría simple que le otorga la Constitución por haber ganado la elección (18 diputados) pero ya no contará con la mayoría especial que tuvo hasta ahora y que permitió a Urribarri gobernar sin sobresaltos; 12 bancas quedaron en manos de Cambiemos y las 4 restantes para Unión Popular.
Intendencias clave cambiaron de signo político a manos de Cambiemos: Además de Paraná, Victoria, Crespo, Chajarí, Diamante, Gualeguay, La Paz y Nogoyá.
Otro dato que se destaca es la participación del 86% de los electores, proporción que alcanzó el pico máximo histórico en la serie alcanzado sólo en la elección de 1999.
*Por Vanina Vittori, FTS-UNER. Investigadora invitada de Cuadernos Electorales.