Entre Ríos: el voto en blanco en disputa
Los datos de posicionamiento ideológico y alineamiento político se basan en una encuesta de percepción. Para conocer su metodología acceder aquí
¿Qué está en juego en las elecciones provinciales de Entre Ríos?*
El domingo 25 de octubre los entrerrianos irán a las urnas para elegir cargos en los tres niveles. Para entender qué es lo que se pone en juego a nivel provincial es clave mirar el escenario surgido luego de la PASO provincial: los candidatos oficiales parecen encaminarse a una nueva victoria pero con márgenes más estrechos que en las últimas elecciones. El dato llamativo de la pasada elección fue el voto en blanco, que en la categoría para gobernador alcanzó niveles inéditos (20,8%); pasada la primaria nacional de agosto, los principales contendientes se concentran en atraer a ese elector indefinido.
Es que la ausencia de competencia en las fórmulas a la gobernación hizo de la primaria una especie de primera vuelta que mostró el posicionamiento entre los partidos. En esa oportunidad, el candidato del oficialista Frente para la Victoria, Gustavo Bordet (44,3%), se impuso por 8,5 puntos por sobre el candidato de Cambiemos, Alfredo De Angeli (35,8%). Esta elección competitiva es novedosa teniendo en cuenta que las elecciones anteriores se caracterizaron por una amplia diferencia de votos por sobre la segunda fuerza: 24 puntos en 2007 cuando fue electo Urribarri y 37 en 2011 cuando resultó reelecto.
Conocidos estos resultados, tanto Bordet como De Angeli se dispusieron a atraer para sí a ese 20,8% de electores que no optó por ninguno de los 5 precandidatos a gobernador. Una buena parte de ese porcentaje puede explicarse por la confusión generada a partir de la profusión de boletas en el cuarto oscuro de la PASO. Aún así, con los medios de gobierno a su favor, parece menos probable que el delfín de Urribarri –que hereda el desgaste de una gestión de 8 años, entre otras cosas- pueda convencer a quien no lo votó, que el ruralista de PRO pueda persuadir al voto radical que quedó herido luego del caótico cierre de listas de Cambiemos y se erija finalmente como el principal candidato de la oposición.
Importante será la disputa que se dará en el reparto de bancas legislativas. De repetirse los guarismos de las PASO, habrá cambios en la relación de fuerzas en la Legislatura: la oposición dará pelea en varios departamentos, como Paraná, Diamante, Victoria, Tala, Villaguay y Federación, para tratar de romper la mayoría absoluta en el Senado. En Diputados, en tanto, las PASO predicen que los bloques opositores ampliarían la cantidad de asientos.
Se esperan cambios de color político en varias ciudades, principalmente en la capital Paraná, donde Sergio Varisco, de Cambiemos, surgió de la PASO como el candidato más votado, con una diferencia de 10 puntos por sobre la actual intendente Blanca Osuna, del FPV. Luego de tres gestiones justicialistas consecutivas, una victoria de Varisco le daría algo de aire a la UCR para recuperar su rol como principal partido de oposición.
Los temas de campaña siguen estructurados alrededor de un solo clivaje: la continuidad versus el cambio. El candidato oficial Bordet encabeza desde hace un tiempo los actos oficiales de gobierno y apuesta a seguir en la misma senda de lo hecho por Urribarri y el “modelo” a nivel nacional. En cambio, De Angeli refleja el discurso de Mauricio Macri de apelar al desgaste de lo conocido y de referirse a lo nuevo, con algunas menciones específicas al campo y las políticas para el sector productivo y a la vocación dialoguista para tratar los reclamos salariales del sector docente.
*Por Vanina Vittori, FTS-UNER. Investigadora invitada de Cuadernos Electorales.