Te contamos qué pasó en la elección catamarqueña
Los datos de posicionamiento ideológico y alineamiento político se basan en una encuesta de percepción. Para conocer su metodología acceder aquí.
Los resultados de la elección general en Catamarca*
En un contexto nacional marcado por las sorpresas y la incertidumbre, los comicios catamarqueños respondieron a lo esperado: escrutadas el 85,5% de las mesas, el oficialismo confirma su vigencia y el esquema de poder provincial mantiene relativa estabilidad.
Elecciones a gobernador: el oficialismo obtuvo la reelección
La gobernadora Lucía Corpacci, del Frente para la Victoria (FPV-PJ) obtuvo el 46,1% de los votos válidos, superando al candidato del Frente Cívico y Social (FCyS-UCR), Eduardo Brizuela del Moral, con el 38,4% de los votos válidos. Marcelo Rivera, del Frente Tercera Posición (F3P), quedó tercero con 8,1% de los votos válidos.
Al comparar esta elección con las PASO, se percibe que el ex gobernador Brizuela del Moral recortó la diferencia con Corpacci de 10 a 8 puntos, y que también Marcelo Rivera tuvo un crecimiento superior a 2 puntos. A su vez, el voto en blanco pasó de un 11,9% a un 7,3%, y la participación, que en las primarias había estado entre las más bajas del país (64,1%), ahora rondó el 77% del padrón.
El apoyo al FPV parece ampliarse respecto del escenario de 2011, cuando las dos principales fuerzas habían presentado a los mismos candidatos (aquella vez era Brizuela del Moral el que buscaba su segunda reelección) y la diferencia entre el FPV y el FCyS había sido de sólo 3 puntos.
Dinámica provincial – nacional: la gobernación puede más
Los candidatos a gobernador del FPV y el FCyS obtuvieron mayor apoyo que sus aliados nacionales y hubo un fuerte corte de boleta a favor de la fórmula de UNA: Daniel Scioli (FPV) salió primero con el 42,8% de los votos válidos; Mauricio Macri (Cambiemos) alcanzó el 33,9% de los votos válidos; y Sergio Massa (UNA) obtuvo el 15,3% de los votos válidos. En comparación con las PASO, el FPV se mantiene relativamente estable, mientras que los candidatos opositores experimentaron un crecimiento significativo, que ronda los 4 puntos cada uno.
En las categorías legislativas nacionales el FPV contribuyó al aumento de bancas oficialistas en el Senado (le quitó la mayoría al FCyS), mientras el FCyS sumó bancas opositoras en diputados (cada fuerza obtuvo una banca). El cargo de Parlasur regional fue para el FPV. En estas categorías el voto en blanco fue significativo: 12,5% para senadores y diputados, 19% para Parlasur.
La legislatura provincial: crece la tercera fuerza en diputados y se debilita el FCyS en el senado
En la cámara baja, el FPV obtendría 10 de los 11 cargos que puso en juego, contando ahora con 18 diputados; el FCyS conservaría las 9 bancas comprometidas y su bloque se mantendría en 18, en paridad con el oficialismo; y el F3P pasaría de tener 4 a 5 bancas. En el senado el FPV ampliaría su ventaja obteniendo 7 bancas (dos más que las que ponía en juego), mientras el FCyS alcanzaría sólo 1, por lo que la cámara quedaría conformada por 14 senadores oficialistas y sólo 2 opositores.
Elecciones municipales: leve avance del FPV
En estas elecciones también se eligieron intendentes en 34 de los 36 municipios, incluyendo la capital provincial, que concentra más del 40% del padrón. De acuerdo con datos publicados por la justicia electoral catamarqueña, allí el actual intendente del FPV, Raúl Jalil, retuvo el cargo con el 41,6% de los votos válidos, superando por 6 puntos a su rival del FCyS, Raúl Giné, y obteniendo casi la misma cantidad de votos que la fórmula del FPV a la gobernación en dicha localidad. En conjunto, el FPV habría triunfado en 23 localidades (conserva 20, pierde 2 y suma 5) y el FCyS en 11 (conserva 8, pierde 5 y suma 3), lo que implica un avance territorial del FPV (de 22 a 24 municipios) y un concomitante retroceso del FCyS (de 14 a 12 intendencias).
Con estos resultados, el oficialismo provincial inicia un nuevo ciclo con una alta legitimidad de origen. Pero hay varias incógnitas que se presentan a futuro: primero, en función del resultado del ballotage nacional no es claro cómo se conducirán y qué tendrán para ganar y perder el oficialismo y las oposiciones; segundo, teniendo en cuenta que la provincia permite la reelección indefinida del gobernador, pueden radicalizarse las pujas por la sucesión con el ya mencionado intendente de la Capital como principal aspirante a suceder a Corpacci; por último, en tiempos en que la legitimidad de los representantes se juega en cada decisión, poco podemos predecir acerca del apoyo efectivo que la ciudadanía catamarqueña dará a la gobernación en los próximos 4 años.
*Por Julieta Lenarduzzi, UBA. Investigadora invitada de Cuadernos Electorales.