Te contamos qué pasó este domingo en Tierra del Fuego
Los datos de posicionamiento ideológico y alineamiento político se basan en una encuesta de percepción. Para conocer su metodología acceder aquí
Las elecciones generales en Tierra del Fuego*
Concluyeron ayer las elecciones en Tierra del Fuego y, de acuerdo a los resultados dados a conocer por el Tribunal Electoral de la provincia, se impone como ganadora de la primera ronda electoral Rosana Bertone del Frente para la Victoria con el 42,2% de los votos; el segundo, Federico Sciurano de UNIR-Tierra del Fuego (alianza UCR-MPF), quedó a ocho puntos con 34,2%. Tercero resultó Osvaldo López de Nuevo Encuentro con el 5% y cuarto quedó Roberto Crocianelli del hoy gobernante Partido Social Patagónico con 4,7%. Con estos resultados, y dado que ninguno de los candidatos ha obtenido el 50% de los sufragios, deberá realizarse una elección de segunda vuelta.
Las elecciones fueguinas del día de hoy estuvieron marcadas (como suele estarlo todo en la isla en el invierno) por el clima: una fuerte tormenta de nieve que cayó sobre la ciudad capital de Ushuaia probablemente disminuyó la asistencia a votar en esa ciudad, lo que sumado al ya tradicional alto voto en blanco de la provincia causó que allí votará sólo el 56% de los empadronados. En Río Grande votó alrededor del 70%, que es un porcentaje aceptable aunque más bajo que el registrado en otras provincias donde las elecciones a gobernador cuentan con un 75% u 80% de asistencia. (El voto en blanco, en sentido estricto, es la tercera fuerza provincial. El alto voto en blanco en Tierra del Fuego se suele revertir en la segunda vuelta).
En casi cualquier otro distrito del país un analista estaría tentado a dictaminar que los ocho puntos de diferencia entre la primera y su segundo son irremontables. Sin embargo, la política de nuestra provincia más austral tiene dos particularidades: de las seis elecciones a gobernador que se produjeron desde su provincialización en 1991, cuatro de ellas se resolvieron mediante balotaje y en los últimos tres se revirtieron los resultados de la primera vuelta. En el 2011 (contado sobre votos positivos) la actual gobernadora saliente, Fabiana Ríos, logró dar vuelta 10 puntos de diferencia con Rosana Bertone: Ríos obtuvo 36,8% contra 46,7% de Bertone en la primera ronda y aun así terminó siendo la ganadora definitiva.
Fácticamente, entonces, que el domingo 28 de julio el segundo derrote finalmente a la primera más votada no deja de ser una posibilidad (aún con Rosana Bertone 8 puntos arriba). Sin embargo, existen algunas diferencias estructurales entre esta elección y la de 2011 que deberán ser tenidas en cuenta. Para comenzar, si se calculan los porcentajes sobre votos positivos Rosana Bertone obtuvo en esta elección un 49%, lo que la deja a las puertas de la victoria. En el 2011 ninguna de las fuerzas en pugna contenía a la UCR que resultó entonces el tercer partido más votado; es probable que la totalidad de los casi 8 puntos obtenidos en 2011 por el radicalismo se hayan volcado enteramente al PSP de Ríos por ser éste más afín ideológicamente que el PJ. Pero la situación hoy es diferente: es clave que el tercero en discordia, Osvaldo López, pertenece a un partido de orientación kirchnerista. A priori los 5 puntos de López deberían dirigirse a Rosana Bertone en su totalidad, que lograría así un 47%. El FPV necesitaría atraer sólo un porcentaje del voto del Partido Social Patagónico de Fabiana Ríos y a una fracción de los que hoy fueron votos en blanco para ganar la gobernación. Dado que la fuerza de Fabiana Ríos se ha movido en los últimos años a un perfil más cercano al FPV que al de una coalición que incluye al PRO, este objetivo no parece imposible. Como además una fracción del MPF apoya a Bertone, parece que esta vez podría refrendarse la victoria de la más votada.
Algunos otros datos que resaltan de la elección: el derrumbe del oficialismo provincial, que pasó de gobernar la provincia por ocho años a salir cuarto a pesar de llevar como candidato al propio vicegobernador; la buena elección del kirchnerismo que retuvo las intendencias de Río Grande (en manos del partido aliado Forja) y Tolhuin con el 53% y 48% respectivamente y una cierta incógnita con respecto al potencial en segunda ronda de UNIR-Tierra Del Fuego ya que en esta elección, y a diferencia del 2011, Ushuaia elegirá su intendente el domingo que viene, el mismo día de la segunda vuelta provincial y esto puede mejorar su performance.
De resultar electa Rosana Bertone sería la primera gobernadora de Tierra del Fuego en contar con una mayoría propia en la Legislatura provincial. Por supuesto, de ganar finalmente Federico Sciurano debería gobernar sin mayoría legislativa.
Sin embargo, todos estos “a prioris” no son de cumplimiento obligado ni mucho menos. La política en Tierra del Fuego se rige menos por variables ideológicas que por razones múltiples y complejas que involucran lo personal y lo territorial. Por ejemplo, Sciurano es el intendente de Ushuaia y Rosana Bertone se hace fuerte en Río Grande; así, habrá que ver si entre los votantes prima lo partidario o lo local a la hora de elegir. Asimismo, será central ver a quién elige el alto porcentaje del electorado que hoy no concurrió a votar. Finalmente, la campaña además en Tierra del Fuego es un arte “al por menor” en donde prima la habilidad de cada político/a de convencer personalizadamente a cada uno de los electores. La superposición de variables–lo partidario, lo territorial, lo personal–vuelve la política fueguina impredecible y fascinante.
* Por María Esperanza Casullo, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro. Investigadora invitada de Cuadernos Electorales.