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Por Nicolás Cherny

Las legislativas 2017 bajo la lupa: ampliación de la base electoral del oficialismo, división del peronismo y reconfiguración de fuerzas del Congreso

Tres novedades surgen de la elección legislativa 2017: 1) Cambiemos extrae de la gestión de gobierno los recursos para ampliar su base electoral y hacer pie en provincias tradicionalmente gobernadas por el peronismo; 2) El peronismo se debilita allí donde compite dividido o no tiene recursos de la gestión de gobierno; 3) El incremento en bancas de Cambiemos y la unión del peronismo no kirchnerista podría reducir la fragmentación legislativa y aumentar la  tasa de aprobación legislativa.

Por otro lado, el federalismo electoral argentino se ha expresado en la elección y muestra particularidades en cada uno de los distritos. Los informes provinciales de esta nueva serie de #CuadernosElectorales dan cuenta de las especificidades de cada una de ellas.

A continuación presentamos las tres novedades el escenario nacional que nos permitirán entender cómo se acomodarán las fuerzas políticas en el futuro próximo.

1) Cambiemos: recursos de gobierno y ampliación de la base electoral

Si en el 2015 el PRO se sirvió de la implantación territorial de la UCR para ser competitivo, y eso colaboró para que Cambiemos ganara la Presidencia y la Provincia de Buenos Aires, en el 2017 aprovechó las ventajas de la gestión del gobierno nacional, la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Logró una oferta electoral homogénea en casi todo el territorio y la inversión en obra pública y el gradualismo fiscal le permitió estabilizar la economía sin perder recursos para ampliar su base electoral. Consiguió llegar a estratos de la población a los que le hubiera sido imposible contener dentro de su base electoral desde el llano, sin la gestión del estado nacional.

Esto permitió a Cambiemos hacer pie en muchos distritos gobernados por el PJ, estructurar una coalición federal y multiclasista que resultó competitiva en todo el país y dar batacazos en bastiones históricamente alineados con el justicialismo. Las victorias en Salta, La Rioja, Neuquén, Santa Fe, Chaco, Jujuy, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz y en Provincia de Buenos Aires, especialmente en algunos circuitos de La Matanza, expresa la potencia electoral de Cambiemos desde el gobierno nacional.

Pero también son destacables los distritos en los que el oficialismo nacional proveyó el cemento para construir alternativas que si bien no resultaron ganadoras, fueron competitivas como en Chubut, La Pampa, Tierra del Fuego y San Luis o que crecieron electoralmente como en Catamarca, San Juan, Tucumán, Rio Negro y Misiones. La tracción del oficialismo nacional en San Juan le ha permitido a Cambiemos desplazar al massismo, que en 2015 se había convertido en la segunda fuerza.

2) La fragmentación del Peronismo.

Si las fuentes de la potencia electoral de Cambiemos provienen del cemento electoral que logró desde la gestión nacional y de la provincia de Buenos Aires, su contracara es el debilitamiento electoral del peronismo, dividido y carente de recursos. No es posible entender el inicio del ciclo de la presidencia de Mauricio Macri y la llegada de Maria Eugenia Vidal a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires sin el desgajamiento del kirchnerismo sobre todo a partir de 2013.

La combinación de fragmentación de la oferta electoral peronista en la provincia de Buenos Aires y la ausencia de los recursos que provee la gestión limitaron su performance electoral, que perdió en la Provincia de Buenos Aires y en bastiones que tradicionalmente domina como Salta, La Rioja, Chaco y Santa Cruz. El problema para el peronismo es que la elección 2017 no consagró un líder capaz de unirlo sino que mantuvo la relativa paridad de fuerzas entre liderazgos con un poder acotado a un territorio específico.

 3) El impacto de la elección en el Congreso Nacional

La traducción en bancas del triunfo de Cambiemos el domingo, la posibilidad de que 1País y el PJ no kirchnerista conformen un bloque unido y el poder nominador de los gobernadores genera tres modificaciones que podrían cambiar el escenario legislativo.

Al incrementar el tamaño de su interbloque de 86 a 107 diputados y llegar a 25 senadores (antes tenía 15), Cambiemos queda mucho cerca del cuórum propio en Diputados y se convierte en primera minoría en Senadores.  De modo que podría mejorar en ambas Cámaras su poder de negociación y de construcción de agenda legislativa.

En segundo lugar, el debilitamiento de 1Pais -que pierde la mitad de sus diputados,-  puede acelerar los tiempos de la unificación del PJ no kirchnerista que se venía insinuando. Se reduciría la fragmentación legislativa y podría conformarse un interbloque de cerca de 55 diputados que represente a la liga de gobernadores del PJ cuyas necesidades de gestión y financiamiento lo obligan a un diálogo con el oficialismo.

Con la llegada de Cristina Kirchner al Senado los bloques del Frente para la Victoria en ambas Cámaras seguramente mantendrán su estrategia de polarización con el gobierno, pero no es improbable que la competencia con otro bloque peronista los induzca a negociar con la presidencia de la Cámara.

*Por Nicolás Cherny, director del programa de Instituciones Políticas de CIPPEC.